José Manuel Gironés, presidente del Centro Unesco Valencia/Mediterráneo y entusiasta de la integración de Valencia en la Ruta de la Seda, está convencido de que la ciudad y el barrio de Velluters pueden salir muy beneficiados de este gran proyecto. «Es una aspiración verdadera. Puede haber un antes y un después en esta ciudad, como ocurrió con el deporte en 1992», dice.
Así pues, cree que hay que trabajar mucho en la estrategia 2016-2020 y posicionarse bien dentro de la Ruta, que en contra de lo que piensa todo el mundo no acaba en la ciudad de Venecia y con la figura de Marco Polo. «En Xian ya ingresamos en la organización y ahora hay que sacarle partido», opina.
Sectores como el turismo, en el que se pueden movilizar a 200.000 visitantes asiáticos; la cultura, poniendo en valor todos los monumentos; y la economía, para la que China ha proyectado un Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, pueden salir muy beneficiados, tanto en España como en Valencia o en el propio barrio de Velluters, que, tal como recuerda Gironés, «será el contenedor directo de este programa y el principal beneficiado». «Ya se ha hecho mucho en Velluters —reitera el presidente del Centro Unesco Valencia—, pero ahora hay que darle atractivo para que los turistas lo valoren».
Para ello, el clamor general es que la ciudad se implique y que las administraciones se impliquen, tanto la local, como la autonómica y la estatal, representada en este asunto por el ministro García Margallo.
