Aviso a navegantes. Las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) de la Comunitat Valenciana, tal como las conocemos en la actualidad, van a pasar a la historia. Cambiará su estructura, su ubicación, su funcionamiento, la formación del profesorado (del que habrá 40 plazas más), la comisión para la redacción de los exámenes y las pruebas de pilotaje. Todo ello se enmarcará en un decreto orgánico y de funcionamiento que la Conselleria de Educación tiene previsto aprobar antes de fin de año.
Entre la permanente formación a la que obliga la alta tasa de paro, la importancia de saber idiomas para encontrar un empleo en el extranjero y la exigencia de la Generalitat Valenciana de que los docentes dominen el inglés, tener un título de certificación de idiomas es, hoy en día, algo imprescindible para acceder al mercado laboral o para mantener el puesto de trabajo como enseñante.
Pero los títulos, los diplomas, los certificados de nada sirven si la persona que lo logra no consigue hablar el idioma. Desde la Conselleria de Educación lo saben bien y han decidido dar un paso adelante para aumentar el nivel, cambiar el sistema y modificar la comisión redactora de las diferentes pruebas de certificación de idiomas.
Las EOI de la Comunitat Valenciana se juegan mucho. Tanto como su futuro, y un prestigio puesto en entredicho desde que se conoció que, para obtener la certificación B1 de inglés, los profesores (por orden de la dirección general de Política Lingüística) rebajaron la nota de corte de una de las destrezas para «compensar» un aumento de nivel del que no se había avisado.
Pues ya hay aviso. Las cosas cambiarán en las EOI pero, según el director general de Política Lingüística, Rubén Trenzano, es «un cambio muy necesario», porque estos centros «no pueden ser una máquina de expedir certificados» y se trata «de que los alumnos obtengan el título porque dominan el idioma y de que los profesores no tengan una sobrecarga de trabajo. El panorama que nos encontramos era desolador y este curso teníamos las manos atadas por un presupuesto que no era el nuestro y con el curso planificado y en marcha».
La Comunitat Valenciana cuenta con 17 EOI y 45 aularios pero, según Trenzano, «la ubicación no responde a criterios de población o territorio». Por ello, entre las prioridades de la Dirección General de Política Lingüística está la de elaborar durante este año un nuevo mapa que sí atienda a estos criterios, además de, eso sí, ampliar las instalaciones de la EOI de Valencia con un nuevo aulario en Benicalap.
Sin embargo, el cambio más inminente llega este mismo curso con la contratación de 40 profesores más (cuatro por los nuevos idiomas de japonés, rumano, holandés y euskera; y el resto para reforzar los otros idiomas), un reciclaje en su formación y una reorganización de las horas lectivas. Y es que si hasta ahora había 5 grupos por profesor, ahora habrá cuatro grupos con cuatro horas y media semanales lo que supone «ganar» media hora más de clase (que implica dos horas más a la semana) para «trabajar diversos aspectos como la conversación; o el inglés aplicado a las nuevas tecnologías o a la sanidad; o el italiano para los negocios; o la pronunciación... Se trata de profundizar en la materia y reforzar lo que cada alumno necesite, además de mejorar la formación del profesorado y reducirles la carga de trabajo».
Nueva comisión para las pruebas
Los exámenes, o mejor dicho, la elaboración de los mismos, también cambiará este próximo curso. «El equipo redactor de las pruebas examinadoras de este año fue nombrado en 2014 y ya ha concluido su labor. Nosotros nombraremos un un nuevo equipo redactor de las pruebas que, por una parte verá reducidas sus horas lectivas para no sobrecargarlos de trabajo y que tengan tiempo suficientes para hacer las cosas como tocan; y por otra parte, recibirá formación específica y participará en órganos internacionales», explica Rubén Trenzano.
Además, el próximo curso contará con dos convocatorias de examen tanto para los alumnos oficiales como para los que se presentan por libre, y un nuevo sistema de matrícula on-line para evitar las largas colas.
