Sería imposible dar cabida a todos los juegos populares que salpican el territorio valenciano. El libro no lo pretende. Sólo da algunas muestras interesantes relativas als Alforins, a l'Alt Túria o a la Serranía, donde la periodista y profesora de Comunicació de la Universitat Miriam Civera cita juegos como el Estornija o pic i pala, que resiste en muchos sitios: es un palo largo para levantar del suelo una madera con las puntas afinadas y lanzarla lo más lejos posible; el Sambori; Aro o reloncho; Cucanyes; A to; Pal ensabonat; carreras (de sacos, con cucharas y huevos, de carretons, al bè?); o los birlos.
Al margen de este libro, existe un trabajo de Josep Pascual i Soler sobre juegos populares que, aunque se ciña a los juegos de un solo municipio como es el Poble Nou de Benitatxell (la Marina Alta), demuestra la enorme variedad de prácticas lúdicas populares, con información de Maria Gilabert, Arturo Esteve, Vicente Ferrer, José Antonio Ivars, Àngel Blasco y José Font.
Se hace mención a juegos como L'ultimeta o la tocadeta (juego de perseguir); Tocar ferro vell (no puede pillarse a los que tocan hierro); l'Emponadeta (esta posición sirve como escudo); Peus en alt (sin los pies en el suelo se está a salvo de ser pillado); o Tula verinosa (perseguir al resto con una mano donde te han tocado al ser pillado).
Hay otros: Tallar el fil (has de pronunciar el nombre de quien quieres pillar, pero si entre medias se cruza otro has de perseguir a este último); Acaçar el pollastre (uno hace de amo y otro de pollastre, el resto se pone por delante obstaculizándolo y haciendo de gallinas. Si lo pilla, se intercambian los papeles); Policies i lladres (dos bandos, se persigue a los ladrones, se meten en un círculo y cuando se termina se intercambian los papeles); Els 4 cantons (juegan cinco, cuando el que paga dice ya, todos han de cambiar de esquina y el que paga, colocado al medio, tratar de ocupar una antes de que llegue un rival); Cadireta neta (una silla menos de los que participan); La viuda o El viudo; Pilarets o pilonets; Comprar la bona mel (una cuerda atada a un árbol, todos tirando de ella y el que paga los ha de perseguir); Les penyores; Fer rodar un cercle; La gallineta cega (pillar con ojos vendados).
Los juegos „cuya explicación puede hallarse por internet„ no se acaban como Conillets a amagar; La sabateta; A les bones casseroles; Fava a la paret; La corda; L'amo de la muntanya; Pà, figues i panous; Boletes; Birles (poner seis birlas en dos líneas de tres con el objetivo de tumbar cinco y dejar una de pie, cada birla derribada es un punto); El canut; Les xapes; el Sambori; El caixonet; la trompa; Ratlletes; Els ossets; las cartas; La finestreta; La tafarra; El xovot; Bumberot; Tombar el canyís; El gat i el ratolí; Passa i mata; El burumbot; Els Clotets; Bonyigo; o el Cher i colla. A jugar.
Del «pic i pala» y el «canut» al «sambori»
Sería imposible dar cabida a todos los juegos populares que salpican el territorio valenciano. El libro no lo pretende. Sólo da algunas muestras interesantes relativas als Alforins, a l´Alt Túria o a la Serranía, donde la periodista y profesora de Comunicació de la Universitat Miriam Civera cita juegos como el Estornija o pic i pala, que resiste en muchos sitios: es un palo largo para levantar del suelo una madera con las puntas afinadas y lanzarla lo más lejos posible; el Sambori; Aro o reloncho; Cucanyes; A to; Pal ensabonat; carreras (de sacos, con cucharas y huevos, de carretons, al bè); o los birlos.
Al margen de este libro, existe un trabajo de Josep Pascual i Soler sobre juegos populares que, aunque se ciña a los juegos de un solo municipio como es el Poble Nou de Benitatxell (la Marina Alta), demuestra la enorme variedad de prácticas lúdicas populares, con información de Maria Gilabert, Arturo Esteve, Vicente Ferrer, José Antonio Ivars, Àngel Blasco y José Font.
Se hace mención a juegos como L´ultimeta o la tocadeta (juego de perseguir); Tocar ferro vell (no puede pillarse a los que tocan hierro); l´Emponadeta (esta posición sirve como escudo); Peus en alt (sin los pies en el suelo se está a salvo de ser pillado); o Tula verinosa (perseguir al resto con una mano donde te han tocado al ser pillado).
Hay otros: Tallar el fil (has de pronunciar el nombre de quien quieres pillar, pero si entre medias se cruza otro has de perseguir a este último); Acaçar el pollastre (uno hace de amo y otro de pollastre, el resto se pone por delante obstaculizándolo y haciendo de gallinas. Si lo pilla, se intercambian los papeles); Policies i lladres (dos bandos, se persigue a los ladrones, se meten en un círculo y cuando se termina se intercambian los papeles); Els 4 cantons (juegan cinco, cuando el que paga dice ya, todos han de cambiar de esquina y el que paga, colocado al medio, tratar de ocupar una antes de que llegue un rival); Cadireta neta (una silla menos de los que participan); La viuda o El viudo; Pilarets o pilonets; Comprar la bona mel (una cuerda atada a un árbol, todos tirando de ella y el que paga los ha de perseguir); Les penyores; Fer rodar un cercle; La gallineta cega (pillar con ojos vendados).
Los juegos „cuya explicación puede hallarse por internet„ no se acaban como Conillets a amagar; La sabateta; A les bones casseroles; Fava a la paret; La corda; L´amo de la muntanya; Pà, figues i panous; Boletes; Birles (poner seis birlas en dos líneas de tres con el objetivo de tumbar cinco y dejar una de pie, cada birla derribada es un punto); El canut; Les xapes; el Sambori; El caixonet; la trompa; Ratlletes; Els ossets; las cartas; La finestreta; La tafarra; El xovot; Bumberot; Tombar el canyís; El gat i el ratolí; Passa i mata; El burumbot; Els Clotets; Bonyigo; o el Cher i colla. A jugar.
