Bioparc participa en 42 programas de conservación de especies, entre ellos 24 Programas de Reproducción de Especies Amenazadas y el resto a través de Programas de Registros de Especies, que son impulsados por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). Muchos de los animales que han nacido este año están incluidos en estos listados, por lo que se controla el aumento en cautividad de especies en extinción, así como su gestión entre centros asociados. Desde el zoo de Valencia destacan por ejemplo el nacimiento en julio de un bongo oriental, el mayor antílope foresta africano. Es para el centro un «acontecimiento» para la preservación de la biodiversidad.

Según señalan, esta especie está «en peligro crítico» , ya que los últimos datos apuntan a que en libertad hay menos de cien ejemplares, lo que lo sitúa a estos animales por debajo del «umbral de pervivencia», por lo que existen más ejemplares en cautividad que en su hábitat. Desde Bioparc señalan que actualmente no piensan a corto plazo en la posibilidad de reintroducirlos, porque señalan es muy complicado por el periodo de aclimatamiento al entorno y por la destrucción de sus hábitats naturales.