Tras presentar su renuncia por motivos de su negocio José Enrique García Llop, José Vicente Villaverde fue elegido la semana pasada como nuevo presidente de los jóvenes empresarios de la provincia de Valencia. Bajo el mandato de García Llop había ocupado la vicepresidencia. Su propósito es estar en el nuevo cargo los próximos dos años, «hasta que finalice la legislatura».
Con 19 años ya estaba usted al frente de su empresa, una firma de un sector en apariencia poco glamuroso e innovador como el de la limpieza. ¿Cómo y por qué llegó usted ahí?
Hice un grado superior de administración y finanzas en la Formación Profesional. No era un gran estudiante. Vi que el de la limpieza era un sector necesario porque era la época de la construcción. Hice un estudio del sector y me metí. Tenía conocidos con empresas en esa misma actividad. Me tiré a la piscina. Y de momento no tengo quejas porque nos va bien. Hemos crecido año tras año. Constituimos la empresa en noviembre de 2003 y desde entonces hemos crecido desde un empleado hasta los noventa que tenemos ahora.
¿No le ha afectado la crisis?
Solo a nivel de tesorería, porque algunos clientes en concurso de acreedores nos han dejado a deber dinero, pero no trabajamos para la administración y gracias a ello en los peores años hemos resistido bastante bien. Tocamos mucho sector comercial e industrial y muchas comunidades de propietarios y ahí no hemos notado una caída de negocio tan grande como en el sector público. Además, no nos centramos en conseguir clientes de la construcción, debido a una mala experiencia con un cliente en la etapa la inicial.
Ahora tiene 31 años. ¿Dónde está la frontera para dejar de ser un joven empresario?
La frontera está en 40 años, que es lo que marcan los estatutos de las asociaciones de jóvenes empresarios. No obstante, mi visión particular es que eso ha cambiado. Hoy por hoy, la edad de fallecimiento de la gente se ha elevado y, por tanto, para mí un joven empresario puede llegar a los cincuenta años. Aunque ser joven empresario no lo marca la edad sino la mentalidad, el espíritu de cada persona. Hay gente con 25 años muy conservadora y otros con cincuenta que tienen mucha más pasión.
Pese a dar la impresión de ser ustedes los cachorros de la patronal, no recuerdo que ninguno de sus antecesores se haya convertido en presidente de una gran federación. ¿Por qué?
Quizás porque el día a día de nuestros negocios no nos ha dado la oportunidad o el tiempo suficiente para poder abarcar ese reto, que es muy grande. Nuestras empresas son mucho más jóvenes y necesitan que estemos mucho más encima de ellas.
Uno de sus propósitos declarados es aumentar la masa de socios de la organización. ¿Es un objetivo sensato en vista de la escabechina que la crisis ha hecho entre los empresarios o los jóvenes emprendedores son otra cosa?
Quiero separar el emprendedor del joven empresario. El emprendedor no tiene nada que ver con la edad. En la asociación tenemos un proyecto que se llama Operación Emprende para fomentar y acompañar desde el minuto cero proyectos nuevos. Y por ahí han pasado emprendedores de todas las edades, incluso alguno próximo a los sesenta años. Dicho esto, lo que queremos es que el joven se asocie más con el objetivo de crear una comunidad empresarial para generar negocio de una forma directa entre ellos y entre sus contactos.
¿Si fuera un joven con el propósito de convertirme en empresario en qué sectores me recomendaría que invirtiera y en cuáles no?
Quizás cualquier sector relacionado con el turismo, con el mundo online o la consultoría serían las actividades más recomendables. En cuanto a las menos, lógicamente el sector de la construcción, que en España está parado y especialmente en la Comunitat Valenciana. Otro sector que puede estar en auge es el de la industria. Una de nuestras reivindicaciones es el fomento del emprendedurismo en la industria a través de facilidades desde la administración pública.
¿Cuáles?
La administración debe ayudar al joven empresario en la inversión inicial, sobre todo en maquinaria, en elementos de transporte o la compra de materia prima, que son las partes más caras de todos los proyectos.
La patronal autonómica Cierval está en proceso de rediseño. ¿Cree usted que el control de la misma debería tomarlo la CEV, que es la que más está contribuyendo a su sostenimiento?
Creo en una reorganización en cuanto a las aportaciones desde cada confederación, pero no creo en una desaparición de Cierval. Cada provincial debe tener en Cierval el peso real de lo que aporta y en este sentido Valencia debería tener mayor peso.
¿Presidencias rotatorias?
No me parece mal, porque en la autonómica de jóvenes empresarios funcionamos así, con rotación de presidencia cada dos años.
¿Debe Salvador Navarro optar a presidir también Cierval?
Bajo mi postura, sí. Salvador es una persona que a los jóvenes empresarios nos ha apoyado desde el primer minuto. Así que tendría nuestro apoyo, porque otros presidentes de la CEV no habían creído en nosotros.
¿Aunque implique la salida de González?
No tengo nada en contra de José Vicente. De hecho, la Cierval también nos ha apoyado.
¿Esta es ya la recuperación definitiva de la economía?
De recuperación definitiva no podemos hablar de momento. Aún pasarán unos años para poder llegar a eso. No obstante, desde la administración pública se están tomando medidas adecuadas para mejorar la situación lo más rápido posible.
¿Cómo ve a las dos fuerzas políticas que han irrumpido y que están dinamitando el mapa electoral: Podemos y Ciudadanos?
Creo que es necesaria la aparición de esos partidos debido a que cuantas más opciones se tengan mayor diversidad tendrá el ciudadano para decidirse a votar. La reivindicación que hacemos a esos y a los demás partidos es una reducción de las cotizaciones sociales, una mejora en las cuotas de los autónomos y que hagan programas formativos dirigidos al emprendedor.
¿Es hora ya del relevo del PP en la Generalitat?
Es el momento de dejar a la gente joven entrar en los partidos políticos, principalmente en aquellos que llevan tanto tiempo gobernando; ya sea por cambios internos en esos partidos o por las aportaciones de los nuevos partidos.
