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Automoción

La vida más allá de Ford

El sector de los fabricantes de componentes y repuestos para el automóvil afronta el futuro con buenas perspectivas de negocio

Fábrica de módulos para automóvil. Vicent M. Pastor

En un contexto generalizado de tejido productivo renqueante y necesitado del cariño de una mayor demanda, el sector de la automoción emerge como un potente foco de generación de valor en la Comunitat Valenciana. Cerca de un centenar de empresas, entre compañías locales y filiales de multinacionales que operan bajo el gran paraguas que es la factoría Ford España en Almussafes, conforman un clúster cuyo valor de producción alcanzó el año pasado los 4.600 millones de euros, que ha mejorado en 1.000 millones la cifra obtenida en 2008 y que puede presumir de haber dejado atrás la crisis, especialmente la del año 2012. En ese ejercicio, «el frenazo de la producción de diferentes factorías de automóviles se saldó con una caída muy importante de la actividad en el sector de componentes valenciano», explica un reciente informe sectorial elaborado por la federación de industria de Comisiones Obreras.

Las empresas con presencia en Valencia representan el 8,8 % del tejido sectorial español y en 2014 aportaron el 12 % de la producción total a nivel estatal. Pese a la recuperación, entre 2008 y 2014 han desaparecido 27 empresas del sector valenciano, lo que significa una destrucción del tejido del 22,3 %. «Aún siendo una circunstancia grave, hay que señalar que ha resistido mejor que el conjunto de la industria valenciana, en la que desapareció el 34,5 % de las empresas», sostiene el estudio sobre el sector de fabricación de equipos y componentes para automoción de CC OO.

Emilio Orta, presidente del clúster de automoción de la Comunitat Valenciana AVIA, considera que si en 2013 el sector comenzó con la recuperación, 2014 fue el año de la consolidación y el ejercicio actual pinta en positivo, aunque con cautela: «Predecir ventas es un poco inconsciente, pero la tendencia es de crecimiento. No obstante, el mercado es cambiante», apunta con prudencia.

Por tamaño, en el tejido valenciano destacan centros de trabajo como los de Johnson Controls, Tenneco, Faurecia, Lear, Gestamp o Benteler. AVIA cuenta entre sus miembros con firmas como la propia Ford España, el grupo Repol, Industrias Ochoa, Industria Alegre, Matrices Alcántara, TM Friction o Plàstic 7.

Casi el 90 % de la producción de estas empresas va dirigida a suministrar a la planta de Ford, pero el resto son componentes, repuestos y equipos made in Valencia que viajan a factorías de General Motors, Nissan o Volkswagen tanto en España como en Francia, Alemania, Europa del Este, Norte de África o Portugal.

Un ejemplo es el de la firma Plàstic 7. Con sede en Llíria, sirve piezas de plástico a General Motors o Volkswagen directamente y, de forma indirecta, a Nissan y Volvo. La compañía ha realizado inversiones en los últimos años por importe de 20 millones para mejorar sus instalaciones y su capacidad productiva como consecuencia del crecimiento de su negocio. En menos de ocho años, su facturación ha pasado de once millones anuales a 42 millones a partir de 2012. Pese a no depender de Ford, Plàstic 7 no ha dudado en sumarse a AVIA. «Nos puede llevar a otros clientes, pero también a conocer a otros proveedores y colaboradores», señaló la directora de marketing, Pilar González, cuando en enero su empresa se sumó a la organización patronal.

Aunque ha habido empresas que con la crisis y el parón en el sector del automóvil de hace dos años se han quedado por el camino, el sector goza actualmente de buena salud. La Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (Sernauto) ha difundido esta semana los datos oficiales del sector del año pasado, con un incremento global de la facturación del 6 %, hasta los 29.723 millones de euros. De esta cifra, 17.602 millones corresponden a exportaciones, con una variación del 3,6 % con respecto a 2013.

Ligero retroceso en exportaciones

En el caso valenciano, el mercado exterior de componentes del automóvil experimentó un ligero retroceso del 2,2 %, con unas ventas de 1.463 millones de euros, incluyendo las de la propia Ford, que también exporta componentes como motores. En este subsector, la balanza comercial es negativa, pues se importaron 2.027 millones en piezas que sirvieron para fabricar los automóviles de Almussafes.

El mayor incremento de demanda se ha producido en el mercado nacional. Según los datos de Sernauto, el sector español facturó 12.121 millones de euros, con un crecimiento del 9,9 %. «Este crecimiento se observa tanto en la facturación a la industria constructora como en el mercado de recambios», dice la patronal.

Las buenas perspectivas han animado a las empresas a invertir en nuevos proyectos y mejorar sus cadenas de producción. La inversión creció un 19 % y se elevó a 1.811 millones de euros, lo que supone el 6,1 % de la facturación de las empresas del sector. Además, los fabricantes de equipos y componentes de la automoción invirtieron en I+D+i durante 2014 un 15,3 % más que el año anterior, alcanzando la cifra de 904 millones, un 3 % de su cifra de negocio. Respecto al empleo, continúa la tendencia ascendente de los últimos años, con 195.582 empleos directos, un 3 % más que en 2013.

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