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Empresas que funcionan

Móviles inteligentes con denominación de origen valenciana

Jonatan Fatelevich, el jueves, en la sede de MyWigo en la Pobla de Farnals José Aleixandre

­La de Circuit Planet, fabricante de los smartphone MyWigo, es la historia de un camino a la inversa, el de una empresa nacida en Argentina que ha acabado echando raíces en Valencia. «Queríamos vivir en un lugar tranquilo, no como Buenos Aires o Madrid, fuera del casco urbano, junto a la playa», rememora el cofundador Jonatan Fatelevich, y recalaron en la Pobla de Farnals un año antes de la crisis. El recorrido no fue casual. Fatelevich y su socio Maximiliano Abel Gavilán fundaron la empresa en 1999 en su país natal. Se especializó en el diseño y comercialización de cajas de ordenador cuya fabricación subcontrataba en China, fuentes de alimentación y accesorios informáticos como ratones, altavoces y teclados. En 2001, consiguieron la licencia de Disney para producir esos accesorios, primero para toda Sudamérica, poco después para Centroamérica y el Caribe y en 2005 para España, Portugal y Andorra.

Un año más tarde, con la vista puesta en el mercado europeo, la compañía se traslada a España. ¿Por qué? «Por la mejor calidad de vida, la mayor seguridad jurídica y personal y la estabilidad», asegura Fatelevich, quien añade, en relación a la proximidad de su llegada a Valencia con la recesión, que «las crisis en Europa no son como en Latinoamérica. En Argentina, cuando las cosas van bien, subes como la espuma, pero cuando van mal todo se va al diablo».

Después del traslado a Valencia, solo mantuvo en el exterior una oficina en China para control de calidad, compras y logística, «que es lo que nos diferencia de otras marcas que compran directamente a la fábrica sin control previo». Los primeros pasos en España son muy alentadores. En 2007 Circuit Planet logra la licencia mundial de Disney, excepto para Estados Unidos y China, y en dos años «expandimos nuestras ventas a más de sesenta países». Esa diversidad de mercados „América, Asia, Norte de África, Oriente Medio„ permitió a la compañía compensar la caída de facturación que se produjo en Europa con la llegada de la crisis, hasta el punto de que las ventas han crecido entre un 10 % y un 40 % durante todo el período. A esa dificultad se añadió la progresiva desaparición de los ordenadores de mesa. Por tanto, a partir de 2009, la empresa «mutó a diseñar accesorios para móviles, portátiles y tablets». Esa nueva ruta es la que conduce directamente a la firma a MyWigo: «Empezamos a desarrollar una línea de smartphones. Nos asociamos con una fábrica china con un 20 % del capital para tener gente dentro, controlar el producto y tener prioridad sobre otras marcas», asegura Fatelevich. El lanzamiento se produjo en 2013 y «fuimos los móviles libres más vendidos aquella Navidad en El Corte Inglés».

El negocio no les ha ido nada mal. Entre 2013 y 2014 «crecimos un 400 % en MyWigo y las ventas pasaron de uno a cuatro millones». Al cierre de 2014, gracias a este smartphone, la facturación de la firma se elevó a los seis millones, un 45 % más. La plantilla alcanza las 20 personas, sin contar los diez que trabajan en la oficina de China. Tiene agentes comerciales en Marruecos (Norte de África), Polonia (Europa del Este), Panamá (Centroamérica y el Caribe) y Argentina (Sudamérica). Pero el número de empleados va aumentando mes a mes, según explica uno de los cofundadores, hasta el punto de que la plantilla podría llegar a las 30 personas a final de año. Fatelevich apunta que «buscamos diseñadores, ingenieros y especialistas en marketing online».

Visto el éxito inicial de MyWigo, sus propietarios se proponen mejorar su política comercial para seguir creciendo en ventas en los mercados donde ya venden este producto: España, Portugal, Andorra, Polonia, Kosovo, Ucrania, Islandia, Francia, Italia, Serbia, Marruecos, Sudáfrica, Panamá y Argentina. Los proyectos de futuro pasan por lanzar nuevos productos. Este año saldrá la cuarta generación del smartphone y también un brazalete digital para facilitar la práctica deportiva y cuidar la salud.

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