También los negocios de la viticultura manejan notables expectativas de crecimientos al hilo del nuevo tratado en ciernes. Estados Unidos es el país no europeo de mayor producción de vino, aunque también un gran importador. El propietario de Bodegas Nodus, Adolfo de las Heras, considera que «las consecuencias se irán viendo con el paso de los años, pues poder entrar en Estados Unidos con menores aranceles y reglamentaciones de producto parecidas nos permite facilitar el trato comercial y las posibilidades de incrementar las ventas».
Este empresario de la marca con la DO Utiel-Requena reconoce que «aquel mercado es muy grande y con un buen poder adquisitivo. En lo referente al vino están abiertos a nuevos productos y zonas geográficas». Y apunta que los americanos «no compran fácilmente, si bien las bodegas que estamos implantadas en ese mercado podremos potenciarlo e incrementar las ventas en los próximos ejercicios», agrega. Bodegas Nodus lleva cinco años trabajando y el incremento ha sido espectacular durante estos últimas campañas. «La introducción en este mercado es dura aunque trabajándola se consiguen buenos resultados», explica De las Heras.
Estados Unidos está apostando en estos últimos tiempos por los caldos varietales internacionales elaborados con uva merlot, syrahz y sauvignon blanc. Además, Bodegas Nodus ha conseguido introducir la variedad autóctona bobal , característica de la DO Utiel-Requena. Por otro lado, los destilados y las ginebras también tienen futuro en aquel mercado.
