El cambio de ciclo político en la Comunitat Valencia conllevará también el cambio de modelo productivo, según transmiten los dirigentes de PSPV y Compromís, quienes abogan por un nuevo modelo de crecimiento económico, sostenible y generador de empleo capaz de consolidar la recuperación. Al arrancar una nueva legislatura tras dos décadas con el PP al frente de la Generalitat, cuya última etapa se ha visto envuelta por la crisis iniciada en el segundo semestre de 2008, el Producto Interior Bruto (PIB) de la autonomía apenas alcanza el 88 % de la renta media española y la tasa de paro se sitúa por encima del 25 % de la población activa con más de 500.000 personas en situación de desempleo.

La economía valenciana se enfrenta por tanto ante un reto que va más allá de superar la crisis coyuntural porque necesita asentar la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo para poder generar ocupación y mejorar el nivel de bienestar. Julián López, profesor titular de la Universidad al Departamento de Análisis Económica Aplicada de la Universitat d'Alacant y miembro de la comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos de la ejecutiva del PSPV; junto con Carles Villodres, asesor del grupo parlamentario de Compromís en las Corts Valencianes y responsable del área Análisis y Estrategia en la campaña de 2015, analizan para EL MERCANTIL VALENCIANO las principales propuestas que barajan sus respectivas formaciones políticas para impulsar una economía sostenida en la reindustrialización, la puesta en marcha de una Agencia Valenciana de la Innovación, mejorar el crédito a las empresas a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) o fomentar la inversión pública, entre otras medidas. Aseguran que es tiempo de decir adiós a la doctrina de la austeridad.

Reindustrialización

«Será difícil que en cuatro años se pueda dar la vuelta a la tortilla» „apunta Julián López„ a una estructura económica que continúa mostrando una elevada especialización en sectores tradicionales como el del mueble, textil, confección, juguete, cerámica o calzado, si bien con una escasa presencia de las actividades catalogadas como avanzadas. «La apuesta de la administración por la industria „destaca el dirigente socialista„ consiste en sacar el máximo partido a los recursos disponibles en estos tiempos de dificultades financieras de la Generalitat. Hay que gastar bien el dinero y hacer una clara apuesta por la innovación para impulsar los sectores más maduros aunque también debemos apostar por negocios emergentes como el de energías renovables o el de tecnologías de la comunicación».

En parecidos términos, Carles Villodres sostiene que «mejorar el tejido industrial es mejorar la competitividad de la economía en su conjunto y de las condiciones laborales de los trabajadores, ya que mejora la estabilidad y genera empleo de calidad». En ese sentido, tanto el PSPV como Compromís destacan que la creación de la Agencia Valenciana de la Innovación y el decidido apoyo a la red de institutos tecnológicos se pondrán al servicio de la industria para desarrollar toda su potencialidad.

Un sector para la rehabilitación

Los dirigentes políticos que dan respaldo al nuevo gobierno autónomo y que ya preside Ximo Puig advierten de que la situación de crisis sufrida por la autonomía en estos últimos años „más castigada en términos de desempleo que otras de España„ se debe, en parte, al modelo productivo dependiente en exceso de la especulación y las actividades inmobiliarias, que además han fomentado la corrupción a unos niveles alarmantes. «El sector del ladrillo ha dejado su protagonismo como patrón de crecimiento, si bien es una actividad con importantes empresas, sobre todo pymes, con las que hay que contar y que deben apostar por la rehabilitación», aseguran López y Villodres. «Los planes de financiación y apoyo a las familias para la adquisición de viviendas, especialmente a las más necesitadas, puede contribuir a hacer más sostenible este sector», añaden.

Respecto al modelo de comercio, Villodres considera que es necesario lograr un equilibrio entre los intereses de las grandes superficies y la tiendas urbanas o de proximidad. «Las normativas sobre horarios comerciales, sobre licencias de implantación o saturación de áreas deben traer seguridad jurídica y no generar conflictos entre las regulaciones del Gobierno de España y las de la Generalitat», destaca el asesor de Compromís en las Corts. «Hay que conseguir acuerdos entre los diferentes canales de ventas», apunta Julián López.

Hoja de ruta en el turismo

Los partidos gobernantes, lejos ya de la apuesta por modelos turísticos de grandes eventos (Copa del América y Fórmula 1) o inversiones en complejos y edificios de referencia en la Comunitat Valenciana (Ciudad de las Artes y las Ciencias), tienen previsto poner en marcha un plan integral de competitividad turística para los destinos y pymes durante la próxima década. Al menos esa es la intención que maneja el PSPV, que anuncia un programa consensuado entre el sector público y privado. «El modelo de sol y playa, el que más beneficios aporta al sector, seguirá siendo clave, si bien hay que complementarlo con ofertas complementarias como el turismo de interior y tener una visión más estratégica como tiene otras grandes ciudades, como Barcelona, para atraer más turistas de poder adquisitivo», resalta Villodres. Por su parte, Julián López añade que en el proceso de diversificación turística hay que apostar también por hacer atractivas las ofertas que ofrece la gastronomía y las destinadas al público de la tercera edad».

El apoyo al sector agroalimentario y al desarrollo rural también ocupa un espacio considerable en las agendas económicas del nuevo Consell. López destaca que la Ley de Estructuras Agrarias de Producción y de Comercialización, así como el programa de modernización y mejora, deben impulsar la asignatura pendiente en el campo valenciano, que pierde competitividad ante el tamaño de sus explotación y la falta de profesionalización del campo. También prevén poner en marcha la Agencia Valenciana de Desarrollo Rural.