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Innovación y empresa

Una ventana a los cambios en la regulación de los genes

EpiDisease se ha adentrado en el mundo de la epigenética para ofrecer herramientas de trabajo a investigadores e instituciones

Los laboratorios de EpiDisease tienen varios kits de diagnóstico en fase de desarrollo.

Acaba de recibir un nuevo galardón, el reconocimiento de Start Up 2015 del programa VLC/Campus impulsado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València. Se trata de la firma valenciana EpiDisease, que ya había obtenido con anterioridad el premio al proyecto de empresa en el ámbito socio-sanitario del Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores 2013 del Injuve (Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad) y el Premio EmprenJove a la mejor empresa de I+D+i en 2014.

Pero ¿a qué se dedica EpiDisease? Para entenderlo hay que tener claro antes cuál es el campo biomédico en el que se han adentrado: la epigenética, que es el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes y que no implican cambios en la secuencia de ADN . En otras palabras, cómo el entorno, el estilo de vida, la alimentación e incluso el envejecimiento producen cambios en la regulación de nuestros genes. Por lo tanto, esta nueva visión permite explicar la relación entre el entorno y la regulación génica y con ello comprender otro componente a tener en cuenta en las enfermedades humanas.

EpiDisease ha apostado en su proyecto empresarial por facilitar la investigación en esta área que está en expansión, realizando análisis de los mecanismos epigenéticos mediante nuevas tecnologías, generando herramientas de diagnóstico epigenético, caracterizando nuevos fármacos epigenéticos, con el objetivo final de ofrecer a sus clientes nuevas soluciones biomédicas basadas en la epigenética.

Este proyecto surgió hace ahora dos años, con el fin de «trasladar los conocimientos en el ámbito de la epigenética y las ciencias biomédicas al servicio de la sociedad».

La idea se gesta en la Universitat de València, donde su equipo promotor: José Luís García (su actual director ejecutivo), Salvador Mena, y Lorena Peiró, coincidieron estudiando la Licenciatura de Bioquímica. Años después, ya siendo doctores y tras haber publicado varios artículos en el campo de la biología molecular, la biomedicina y la epigenética, deciden convertirse en científicos-emprendedores.

Los comienzos del proyecto EpiDisease fueron prometedores, en el mes de diciembre de 2013 recibió el primer premio de empresas no constituidas en el ámbito socio sanitario del I Certamen de Jóvenes Emprendedores del Instituto de la Juventud dependiente del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad. Tras este galardón, se integraron en el proyecto el catedrático de Fisiología de la UV, Federico V. Pallardó y José Carlos Monforte, ingeniero industrial especializado en gestión de empresas de base tecnológica.

El proyecto se convertiría en una empresa en junio de 2014 tras contar con el apoyo del Centro de Investigaciones Biomédicas en Red (CIBER), un centro de investigación de excelencia en Red de Biomedicina y Ciencias de la Salud, en el que José Luis García es investigador post-doctoral.

La empresa, actualmente, ofrece una gama de análisis que van desde el estudio de la metilación del genoma, a perfiles de expresión miARNs y modificaciones de las histonas. Ello le permite evaluar fármacos epigenéticos, los efectos de la terapia e incluso buscar biomarcadores específicos relacionados con la evolución de las enfermedades. Además, EpiDisease se encuentra en fase de desarrollo y validación de diferentes kits de diagnóstico.

El equipo

«¿Cómo se nos ocurrió el negocio? Fue un cúmulo de situaciones, habíamos estudiado todos bioquímica, con lo que ya habíamos oido hablar de la Epigenia. Consideramos que éramos un buen equipo para lanzar nuestra propuesta, y lo hicimos», señala José Luís García, director ejecutivo de EpiDisease.

Actualmente, la firma ya lleva un año funcionando y ya ha comenzado a facturar, «cosa que para nosotros es un hito», reconoce García; «ya hemos generado una patente y tenemos otras en fase de validación». El camino no ha sido fácil, reconoce que las empresas biotecnológicas tienen problemas —financiación, trabajo en laboratorio, regulación—, pero aún así, están avanzando. Sus clientes son investigadores clínicos y básicos e instituciones del área biomédica.

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