La demanda de vivienda nueva está creciendo en la Comunitat Valenciana por encima de la media nacional, los precios de los inmuebles nuevos han subido más que la media española y en la Comunitat se ha empezado a crear más empleo neto. Estos tres factores económicos llevan a Ignacio San Martín, director del Servicio de Estudios de Real Estate,dependiente del Gurpo BBVA, a afirmar que la demanda inmobiliaria ha empezado a dar signos de reactivación tan evidentes que en caso de que no se enmpiece a construir vivienda, de 1ª y 2ª residencia, en España y en la Comunitat, en algunos enclaves concretos: «la vivienda podría convertirse en un especie en extinción en el escenario de 2017 a 2020».San Martín vaticina el inicio de un nuevo ciclo inmobiliario en 2015 tras cerrarse el ciclo de 2007 a 2014, marcado por la recesión, la caída de precios, la sobresaturación del mercado, la destrucción de empleo y la caída de la demanda.

Sin embargo, en la actualidad, «la economía está creciendo, se está generando empleo y los precios se han estabilizado lo que explica el crecimiento de la demanda de vivienda nueva, sea residencial o turística». En el caso de la Comunitat Valenciana, el turismo y el inversor extranjero son un elemento muy favorable para que la demanda y la producción se incrementen. «Hoy „señala este experto„ 2 de cada 3 viviendas nuevas en Alicante las compran extranjeros, lo que demuestra que es un mercado con un tirón fortísimo».

En España, en 2014, crecieron las ventas un 20%; en la Comunitat, un 11%. A finales del año pasado, el inventario de obra nueva sin vender era de 450.000 unidades, de las que 85.000 se encuentran en el territorio valenciano. Las expectativas de San Martín, a la luz de estas cifras, «son esperanzadoras» pensando en términos de reactivación de la demanda y, por tanto, de la actividad constructiva. «Esperamos, al ritmo de ventas actual, que el inventario existente en los denominados mercados activos, se liquide totalmente a finales de 2016», vaticina. Esto quiere decir, que a la vuelta de un año o dos, no quedaría vivienda nueva que vender. Con salvedades. De las 85.000 unidades que hay en la Comunitat, al menos 60.000 están en lugares donde son relativamente fáciles de vender, o donde tienen potenciales compradores. Están ubicadas en lo que este especilista de BBVA denomina «mercados activos». El resto, unas 25.000, están en mercados inactivos donde es mucho más difícil vender.

Más dificultades en Castelló

En cuanto a la evolución del mercado inmobiliario valenciano, en Alicante, la recuperación ha sido mucho más rápida, «de modo que hay sitios en los que ya no encuentras vivienda disponible». En cambio, en Castelló, «todavía hay zonas con vivienda nueva para comprar», por tanto el incremento de la demanda en el mercado castellonense va más lenta y tardará en recomponerse.

Amén del tirón turístico, hay un factor que favorece la reactivación de la demanda autonómica. Se trata del incremento de los precios. «Los precios de la vivienda nueva crecieron un 5,5% en 2014 en la C.Valenciana, frente a un 4%, en España», apunta San Martín. Este dato es muy importante pues esta tasa elevada atrae al sector, a medio plazo, a los promotores e inversores. Uno de los problemas del mercado inmobiliario es que hay productos fuera del mercado, como la gran macrourbanización de Seseña donde nadie quiere comprar.

Despegan las grandes ciudades

Respecto a las características de la demanda, las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante... «están notando ya la mejora económica y eso se traduce en una mayor demanda residencial y también de inmuebles comerciales y de negocios». No en vano, el año pasado en toda España, se vendieron un 19% más de almacenes, fincas y locales comerciales.