Rafael Fontana (Barcelona, 1954) se incorporó al despacho de abogados Cuatrecasas, Gonçalves Pereira en 1983. En 2011, fue designado director general y sólo un año después fue nombrado consejero delegado. Accedió a la presidencia en julio del año pasado como sucesor de Emilio Cuatrecasas, quien ocupó el cargo durante 34 años y que había sido la persona que captó para la empresa a Fontana. Cuatrecasas, Gonçalves Pereira es uno de los despachos de abogados de referencia en España y Portugal, aunque está presente en once países de todo el mundo. El bufete, que en 2017 cumplirá cien años, emplea a casi 1.500 personas, entre ellas 202 socios y 962 abogados.

¿Qué obstáculos pueden interrumpir la actual recuperación económica?

Es evidente que estamos en una recuperación económica, aunque con el grave problema que seguimos teniendo del empleo. Ahora bien, la recuperación requiere estabilidad política.

Las próximas elecciones generales dibujan un panorama parlamentario muy fragmentado que obligará a pactar. ¿Prefiere un gobierno de mayorías absolutas?

No necesariamente. Una de las cosas que hecho en falta en los políticos es que miren al corto plazo y no al medio plazo. En ese sentido, unas elecciones donde se otorgue la mayoría absoluta no me parece que desde el punto de vista democrático ayude a la prosperidad del país a medio y largo plazo.

El día después de las elecciones catalanas se presenta ciertamente complicado. ¿Qué opina al respecto?

Vamos a ver qué pasa. El despacho no tiene una posición. Nosotros estamos al servicio de nuestros clientes, estén donde estén.

¿Vuelve a ser España un país atractivo para los inversores extranjeros?

Me parece que sí. España ha hecho sus deberes. No todos. Tiene que seguir haciéndolos. Pero, sin duda, España ahora es un país atractivo, no en vano es uno de los que más van a crecer este año y las perspectivas para el año 2016, si las cosas no se truncan, indican que va a seguir creciendo por encima de la media europea. Pero debe seguir haciendo reformas y reformas que requieren pactos de Estado: en la Justicia, en la educación...

Se reclama, sobre todo en Valencia, un cambio de modelo económico. Sin embargo, no parece algo que pueda concretarse en el corto plazo, sino que precisa de al menos una generación.¿Qué habría que hacer?

Soy abogado y no economista. Lo que sí me parece es que no estar atento a la realidad, a lo que está pasando a nivel global, no hacer frente a los problemas.... Es como lo de los refugiados. No creo que sea un problema de 120.000 o 180.000 [personas], creo que es un problema mucho mayor. Si miramos a largo plazo, las previsiones para 2030 sobre cuál será la población en Europa nos ponen con la media de edad más alta del planeta y con una natalidad baja. En consecuencia, la inmigración es altamente necesaria.

En la Comunitat Valenciana la inversión extranjera fue solo de 15 millones en el segundo trimestre. ¿Es un dato coyuntural o la autonomía sigue despertando recelos?

La Comunitat Valenciana ha padecido una crisis muy grande, pero tampoco profunda. Madrid es la que atrae, con gran diferencia, la inversión extranjera.

Por el efecto sede.

Madrid no es solo la capital de España, sino que tiene una atracción sobre toda Sudamérica. Si antes se hablaba en Miami o Nueva York, ahora se habla en Madrid. Madrid se ha consolidado, sin duda, como una plaza importante en el mundo de los negocios. La atracción de Madrid está a gran distancia de la que ejerce Barcelona. Madrid triplica a Barcelona y en la Comunitat Valenciana la inversión es pequeña. Quince millones me parece muy poco.

¿Cómo están saliendo las empresas de la crisis?

Somos un despacho de derecho de empresa, donde alcanzamos todas las ramas del derecho relacionadas con el mundo de los negocios. La crisis ha ayudado a que los empresarios tengan que gestionar. Las crisis van bien para dar un toque de atención y que se pongan las pilas en las cosas que no van. Por otro lado, es evidente que el mercado nacional se ha quedado pequeño y ha obligado a las empresas, sí o sí, a tener que salir de España. No solo las multinacionales. En China hay empresarios españoles que tienen talleres con 50 empleados donde también está el hijo que está empezando a aprender inglés y el mandarín. Todo eso ha cambiado el panorama de la empresa española. El mercado única y exclusivamente no es el nacional sino el internacional. Siempre ha sido ha sido. Cuando vas por el mundo y comparas con veinte o veinticinco años atrás, es impensable que España, ocupando la posición que ocupaba, no tuviese en el mundo internacional el peso que debería corresponderle teniendo en cuenta la potencia que era.

¿Es sostenible ese cambio, teniendo en cuenta que hay factores, como la depreciación del euro, que han mejorado la capacidad exportadora, o las empresas deben buscar otras fórmulas para competir?

Las empresas y las sociedades crecen por la innovación. Es la base del crecimiento de cualquier país.El porcentaje de inversión de los españoles respecto al PIB es de los más bajos de Europa. Es una asignatura pendiente. Hay que aumentar sustancialmente la inversión en I+D y en formación. Si a un danés le cuesta dos años encontrar un trabajo fijo, a un español le cuesta nueve y eso es derivado de la formación que tenemos. Otra cuestión es la del idioma. Es increíble que los españoles sigamos teniendo tan bajo nivel de conocimiento de inglés, que es la lengua vehicular en el mundo de los negocios. Seguramente, ese ha sido un freno a que los españoles no saliésemos fuera.

La última reforma laboral ha sido un vivero de empleo precario. Bruselas presiona para que haya otra. ¿Vamos a la jungla laboral?

No sé si la palabra adecuada es jungla o no. Personalmente, creo que la reforma laboral ha ayudado en la creación de empleo, aunque es un empleo precario, no todo lo estable que desearíamos. Pero sigo pensando que es necesaria otra reforma laboral. Parece que en España el empresario tenga una mala reputación, no sé si derivada del tema de la corrupción. Al empresario hay que cuidarlo y cuidarlo con algodones, porque es el que está arriesgando su capital, el que crea riqueza y empleo. Es un tema [el laboral]en el que hay una responsabilidad por parte del empresario, pero también debe haber una responsabilidad por parte de los empleados. Hay que trabajar en buenas condiciones, hay que ser exigentes, pero no podemos apoyarnos en que la reforma laboral sea un freno al premio a los más eficientes. No diría que la legislación española ayude en ese sentido.

¿Hacia dónde debería ir esa nueva reforma laboral?

No soy un experto en derecho laboral, pero si algo me parece que debería hacerse es, por un lado, que se diesen garantías en la generación de puestos de trabajo, pero de aquel empleado que cumple. No podemos sustentarnos en la inmovilidad de la ley para poder hacer un mercado más eficiente. También, que se exigiese el tema de la formación. Los tiempos que vienen son de una formación mucho más exigente, donde se piensa que el empleo que se va a generar en Europa es de un alto nivel. No podemos esperar o exigir que me lo den todo si yo no hago el esfuerzo.

Cuatrecasas asesoró a CaixaBank en la compra al FROB del Banco de Valencia y la posterior absorción. ¿Fue un regalo aquella operación? ¿Habría entrado en pérdidas CaixaBank sin los créditos fiscales que le aportó el Banco de Valencia?

No me puedo pronunciar sobre una operación en la que nosotros actuamos como abogados.

¿Van a ser necesarias más fusiones bancarias?

No soy entendido en derecho bancario. No obstante, los expertos dicen que el sistema español aún requiere una segunda fase de fusiones. Aunque en verdad queda poco por fusionar, puede ser.

Los bancos están siendo de esas empresas que se están internacionalizando a marchas forzadas.

Es que estamos en un mundo global. Ahora no se entiende que el banco, que sigue a sus clientes, no vaya a China o Brasil si sus clientes van a esos sitios. El Santander y el BBVA donde tienen mayores inversiones y obtienen mayores recursos es fuera. No creo que eso sea algo que puedan parar. CaixaBank es el banco español más grande que hay en España, pero también tiene que internacionalizarse.

¿Se verán obligados CaixaBank y Sabadell a trasladar sus sedes fuera de Cataluña si hay declaración de independencia?

No se sabe. Depende de cómo acabe el tema catalán. Tienen la mayor parte de sus inversiones fuera de Cataluña. Son entidades globales.

Una de sus especialidades es la empresa familiar. ¿Siguen siendo el tamaño y la sucesión los grandes caballos de batalla?

El tamaño, por la competencia y la globalidad de la que hablábamos antes, requiere seguir aumentándose. Yo diría que en general la empresa familiar española está haciendo bien sus deberes.

La banca ha vuelto al negocio promotor. ¿Teme que sea el germen de otra burbuja?

Esperemos que no. Creo que las lecciones del pasado han sido suficientemente aleccionadoras. Dicho esto, la economía va por ciclos. Mi impresión es que ahora las cosas se miran con mucho más rigor y mucha mayor profesionalidad.

¿Prevé grandes operaciones inmobiliarias en la Comunitat Valenciana?

Hemos intervenido en la compra de diez inmuebles. Uno de los destinos de la inversión extranjera en España en el último año y medio claramente es el sector inmobiliario. Aun no estamos recuperados de los precios del año 2007 y creo que aún seguirá siendo un mercado importante para el inversor extranjero.

¿Por la existencia de chollos?

No, porque hay oportunidades y piensan que son inversiones rentables. Claro que todo depende. Si uno compró a 400 y vende a 100 pues puede parecer un chollo, pero a lo mejor resulta que el valor de entonces era cien y no cuatrocientos. Este es el problema de la burbuja.