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La industria agroalimentaria se reinventa para crecer

Representantes de la Federación Agroalimentaria, de la Conselleria de Agricultura y empresarios analizan la situación de un tejido productivo líder en España

Competitividad, innovación, internacionalización. Estos son algunos de los retos que afronta el sector agroalimentario valenciano, cuyo peso en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) de la Comunitat Valenciana representa el 3,2 % del total y acapara el principal negocio industrial manufacturero de la autonomía. Genera unos 30.000 puestos de trabajo -alrededor del 12 % del total del empleo total- y ha conseguido crecer a un ritmo anual del 6 % durante las dos ultimas décadas a pesar de los duros años de crisis económica. Sus exportaciones alcanzan los 6.000 millones de euros anuales. Dada la importancia de esta actividad clave para el desarrollo económico valenciano, El Mercantil Valenciano y Banco Sabadell han organizado una jornada en la sede del diario que ha reunido a representantes de la Federación Agroalimentaria, de la Generalitat y empresarios de este ámbito industrial para analizar la coyuntura y los retos que tiene por delante dicha actividad económica. El secretario autonómico de Agricultura y Medio Rural, Francisco Rodríguez Mulero, ingeniero agrónomo y funcionario de carrera con amplia experiencia en la administración central y autonómica fue el encargado de describir la radiografía del sector en la Comunitat Valenciana y de fijar algunas cuestiones para el posterior debate.

Radiografía sectorial

FRANCISCO RODRÍGUEZ MULERO

La industria transformadora de alimentos de la Comunitat Valenciana tiene un marcado carácter familiar, lo cual ofrece ventajas e inconvenientes. Hay unas pocas grandes, muchas entre 100 y 150 trabajadores y la mayoría, pequeñas. El tamaño se ha ido adaptando a la clientela. En cualquier caso destaca su contribución a la recuperación económica de la industria de la autonomía durante el período de crisis registrado entre 2008 y 2014, cuando las compañías agroalimentarias aumentaron un 20 % su peso en la riqueza regional. Paralelamente, el negocio agroalimentario tiene como clientes a grandes empresas distribuidoras valencianas como Mercadona o Consum, así como centrales hortofrutícolas como Socomo, de Carrefour, entre otras.

La Comunitat Valenciana destaca por el papel que desempeñan las Denominaciones de Origen (DO) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Estas salvaguardan y garantizan la calidad de tantos productos como el arroz o la chufa, aquí representados. Uno de cada cuatro euros que exporta la Comunitat Valenciana corresponde al comercio agroalimentario. En ese ámbito sobresale el papel de las cooperativas, pues acaparan el 30 % de las ventas al exterior.

FEDERICO FÉLIX

La industria agroalimentaria, junto con el turismo, la automoción y sus proveedores, es motor económicos que deben salvaguardar y proteger las administraciones públicas; sean del partido que sean. Hay mucha pymes, efectivamente, aunque nos hablan de usted si cuidas la calidad y la competitividad. Además, la Comunitat Valenciana ya va teniendo grandes empresas. Que predomine la estructura familiar tiene ventajas siempre que se solucione en tiempo y forma la sucesión familiar a la hora de tomar las riendas de la gestión. Esta debe abordarse bien.

RICARDO CÍSCAR

La Comunitat Valenciana posee empresas de mucho nivel y con capacidad para exportar. Coincido con parte del diagnóstico realizado sobre el tejido empresarial, si bien apunto que la competividad podría mejorar si consiguiéramos en breve el corredor mediterráneo y mejores conexiones para el puerto de València. Las compañías tienen que apostar por la innovación. Los productos nuevos pueden dar más rentabilidad y valor añadido. Sin duda, las industrias alimentarias tienen que ir en esa dirección y pensar que los hábitos de compra cambian porque evoluciona la vida. Hay más demanda de productos sin gluten, lactosa o azúcares, por ejemplo.

ALEJANDRO MONZÓN

El ámbito agroalimentario tiene un enorme futuro en la Comunitat Valenciana. Soy optimista porque esta autonomía es pionera. Efectivamente, hay que preocuparse, Anecoop así lo hace, por la I+D ya que de lo contrario no habrá futuro. Importa la eficiencia y la competitividad. En ese sentido, nuestro grupo ha apostado por la diversificación para facilitar demandas de clientes tanto de frutas como de hortalizas o de vinos, entre otros productos que comercializa. Por supuesto, la internacionalización tanto en la Unión Europea como en otros países. Las nuevas tendencias resultan claves en el plan estratégico de Anecoop de cara a los próximos ejercicios.

JOSÉ RAMÓN PANACH

Como representante de una pyme observo que no es fácil competir con grandes compañías. El camino es la innovación y las diversificación de la oferta. En el caso de Horchatería Panach, con sedes en Alboraia, Meliana y Albuixech, ha apostado por la calidad y por la Denominación de Origen de la Chufa de València. Ya compramos el 20 % de la producción del territorio y el reto es, en un mercado que cada vez pone más trabas a las bebidas azucaradas, apostar por la horchata; que debe llevar azúcar. Hemos lanzado una oferta de horchata fresca envasada en vidrio para Mercadona que es exitosa. Una de las maneras que tienen las pymes de crecer es conseguir mayor notoriedad pública para captar la atención de posibles grandes clientes de la distribución.

Políticas públicas

FRANCISCO RODRÍGUEZ MULERO

¿Qué hace la Generalitat ante dicho panorama de cara a impulsar esta actividad? Su margen de apoyo económico es limitado porque la Comunitat Valenciana arrastra una deuda histórica de 45.000 millones de euros y sufre el sistema de financiación del Estado. La Conselleria de Agricultura subvenciona diversas iniciativas para desarrollar la industria a través de los Planes de Desarrollo Rural (PDR) para el período 2014-2020 con unos 95 millones de euros. También sostiene la presencia del sector en certámenes comerciales para impulsar su internacionalización. Sea como fuere, las administraciones públicas, reconozco, deberían incluir más a la agroalimentación entre sus planes prioritarios de ayudas y de impulso industrial.

FEDERICO FÉLIX

Las mejores políticas industriales que pueden realizar las administraciones públicas son los apoyos a las estrategias de innovación de las empresas. Para garantizar la fidelidad de los clientes hay que mantener la innovación en los productos y atender así la demanda de los consumidores. La I+D te permite ser más competitivo y debemos ser capaz de mantener la reducción de costes; porque, como siempre, hay que poder mantener los márgenes en los que cada vez aprieta más la distribución.

ALEJANDRO MONZÓN

Las administraciones públicas así como las propias empresas deberían apostar también por las promociones y fomentar los productos autóctonos tal como sí defienden países como Francia, cuyos consumidores sí dan prioridad a sus productos.

RICARDO CÍSCAR

Eso requiere planes de educación y formación de los consumidores en los diferentes ámbitos de la sociedad. En algunos países de Europa se potencian los productos de proximidad y está bien visto que se consuman los de origen. En España también hay que fomentarlo y en ese terrenos los gobiernos tienen mucho que decir.

JOSÉ RAMÓN PANACH

Las empresas locales deben sentir el apoyo de las administraciones públicas, sobre las pymes y las compañías que, como en el caso de la horchata o del arroz, generan riqueza y empleo en el campo de la Comunitat Valenciana.

Tendencias y retos

FRANCISCO RODRÍGUEZ MULERO

El futuro del sector, según los vemos desde la Generalitat, no tiene por qué pasar por trabajar en exclusividad para un cliente. La estrategia pasará por una decidida apuesta por canales de venta digitales y adaptar productos al consumidor. Los artículos de cuarta gama tienen mucho recorrido. Y hay que concentrar la producción. Una de las mayores preocupaciones para la industria agroalimentaria es que sus proveedores; es decir, los agricultores, envejecen. Cada vez hay menos profesionales del campo y con muchas hectáreas de secano. El campo necesita reconversión y cambio de modelo productivo si quiere poder atender demandas que pide la industria. No hay más camino que planificar y concentrar producción para ser competitivos. Una explotación de cítricos de 30, 40 o 50 hanegadas tiene poco futuro porque no puede competir en costes. Necesitamos empresas agrícolas y profesionalizar la actividad. La estructura minifundista valenciana cada vez tiene más problemas para competir con grandes extensiones de Andalucía o de países competidores del negocio naranjero. Tal como se hicieron Planes de Actuación Integral (PAI) en la vivienda habría que hacer también PAI con los cítricos.

ALEJANDRO MONZÓN

Un reto cooperativo, que cuenta con firmas centenarias como la de Benaguasil, es fomentar planes de integración y concentración. En Europa estas sociedades tienen mayor tamaño y tienen ventajosas. Reconozco que en los productos perecederos resulta más difícil esa concentración.

FRANCISCO RODRÍGUEZ MULERO

La ley de integración cooperativa que impulsó el Gobierno central impide que entidades como la valenciana Anecoop pueda beneficiarse de esta medida para concentraciones entre firmas de varias autonomías y con grupos empresariales. El Consell dispone de 10 millones de euros a través de los Planes de Desarrollo Rural, para fomentar iniciativas en la Comunitat.

RICARDO CÍSCAR

La industria alimentaria, sobre todo el sector del arroz, libra batallas por los modelos que defienden países del norte y del sur. Eso pasa factura a España e Italia. Se importa mucho de Asia y en algunos casos en situaciones fraudulentas. Las importaciones procedentes de Myanmar (la antigua Birmania) aumentan en la Unión Europea de manera alarmante. Europea a tomar cartas en al asunto y estudiar el posible restablecimiento de los derechos normales de arancel aduanero para el arroz procedente de este país asiático. Respecto a los márgenes hay agricultores del arroz que con un 10 % o 15 % más las ayudas que reciben de la PAC (Política Ayuda Común) de la Unión Europea ganan dinero. Ahora bien, hay que tener en cuenta los costes logísticos; cada vez menores en Andalucía. Por eso mucha firmas de este sector se están concentrando allí.

JOSÉ RAMÓN PANACH

Los retos que tienen por delante las industrias agroalimentarias de menor tamaño son mantener la competitividad y los márgenes comercial con una estructura adecuada para poder sostener los costes y poder atender las demandas de las empresas de la distribución.

Objetivos

FERNANDO CANÓS

Coincido con los ponentes en que la innovación, la digitalización y la especialización son algunos de los objetivos que tienen por delante las empresas. Al menos así lo entiende el Sabadell, que apuesta por esta especialización en las inversiones crediticias con las empresas. El sector primario también debe afrontar ese objetivo.

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