La startup valenciana Liip ha creado la primera pulsera inteligente del mundo capaz de entender y transmitir información sobre el estado de salud de los bebés en tiempo real y de forma precisa. El dispositivo mide las principales constantes vitales como son la frecuencia cardiaca, la saturación del oxígeno en sangre y la temperatura, ayudando a los padres a detectar cualquier anomalía a través del móvil o la tableta. La pulsera se comercializa por 299 euros y sus creadores ya están pensando en lanzar un dispositivo similar para vigilar la salud de las personas mayores. Los cofundadores de Liip son Héctor Llorens (ingeniero técnico en informática de sistemas), Víctor Herrero (ingeniero en organización industrial), David Güemez (bioquímico), Sergio Gómez (doctor en pediatría) y Juan Montesinos.

David Güemez explicó que la idea se les ocurrió hace tres años porque una persona cercana tenía un hijo con problemas de salud y no encontró ningún dispositivo útil para controlarlo. «Para nosotros el proyecto tiene un componente emotivo por lo que implica. La pulsera está pensada para todos los padres que tienen una preocupación especial por la salud de sus hijos o para padres primerizos». El dispositivo detecta arritmias, taquicardias y bradicardias que pueden tener su origen en diversas cardiopatías o ser consecuencia de infecciones víricas o bacterianas como la meningitis, y alerta de las complicaciones de estos procesos infecciosos. También es útil frente a complicaciones frecuentes e imprevisibles como convulsiones febriles y crisis epilépticas causantes de secuelas y en la detección de situaciones inesperadas que conllevan una parada cardiorrespiratoria (muerte súbita). «Sucesos como la muerte súbita son algo desconocido para la ciencia. La monitorización a través de nuestra pulsera puede ayuda a prevenirla porque alerta cuando las cosas no van bien», subrayó el portavoz de la compañía valenciana.

«Nuestra meta ha sido unir nuestros conocimientos para dar el salto a la medicina del futuro. Esto es, ir de la curación a la prevención. El uso de la tecnología más avanzada nos permite alcanzar una capacidad diagnóstica, terapéutica y preventiva nunca vista antes», aseguró David Güemez.

En el proceso de investigación y desarrollo han intervenido Celéstica, e-Health, el Instituto de Automática e Informática de la UPV (Ai2), y un equipo de pediatría dirigido por Gonzalo Pin (referente nacional) y el doctor Sergio Nere del Hospital Quirónsalud de València. El dispositivo cuenta con el reconocimiento de destacados ginecólogos como Vicente Diago (jefe de la sección de obstetricia del hospital La Fe), José Luis Micó, Natalia Ibáñez o José Vicente Martí Tarazona.

La pulsera Liip Smart Monitor se coloca en el tobillo izquierdo de los bebés y a partir del primer año en la muñeca izquierda. El dispositivo dispone de una autonomía de funcionamiento de catorce horas. La pulsera incorpora sensores y funciona con un software de última generación que utiliza modelos matemáticos capaces de entender y catalogar el estado de salud de los más pequeños.

Dos aplicaciones

El sistema de software incluye dos aplicaciones que reciben los datos que captan los sensores. Una para los padres, Lip Care, en la que a través del móvil o la tableta pueden visualizar en el estado de salud en base a tres situaciones: normalidad, situación aguda o crítica. En este último caso, la pulsera envía una alerta sonora y el mensaje «actuar». Pulsado un botón, Liip Care dirige a un protocolo de actuación de urgencias y a un botón de llamada del 112.

La otra aplicación es Liip Pediatras. Con ella, los médicos pueden personalizar un periodo determinado de tiempo (incluso de un minuto concreto) para observar la evolución de su paciente. A través de este sistema pueden comprobar si el niño sufre un proceso patológico o fisiológico y reconocer rápidamente su tipología.