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El campo valenciano

La 'Xylella' y la sequía cambian el paso a los negocios agrarios

Por quinto año consecutivo, los factores climáticos reducen la producción de cultivos mientras los costes de las explotaciones de la Comunitat Valenciana se dispararon en 2017

La 'Xylella' y la sequía cambian el paso a los negocios agrarios

El año agrario, según el balance realizado por el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, puede calificarse de «pésimo» debido a la crisis de precios en la mayoría de los cultivos y ganaderías, los efectos de la sequía y la aparición de la Xylella fastidiosa, una enfermedad que no cuenta con métodos curativos eficaces y cuya presencia en cultivos de las comarcas alicantinas enciende alarmas de un colectivo que sigue cerca los devastadores efectos de una plaga que ha arrasado los olivos de media Italia y de Baleares. Mientras tanto, el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramon Mampel, advierte -tras elaborar un informe con datos de pluviometría- de los desastrosos efectos de la sequía y otras inclemencias meteorológicas sobre las explotaciones del sector durante este último año.

CATÁSTROFES CLIMÁTICAS

La sequía y los diversos siniestros climatológicos ocurridos durante 2017 han causado unas pérdidas en el campo valencianos que se sitúan en algo más de 300 millones de euros, según la Unió de Llauradors; cifra que AVA-Asaja eleva hasta los 450 millones al tener en cuenta mermas de producción en cultivos, mayores costes energéticos y gastos en riegos en explotaciones agrarias y ganaderas. De momento no existen ayudas efectivas de las administraciones públicas para paliar estos «números rojos», salvo las bonificaciones de intereses y pagos prorrogados de la Seguridad Social y que en muchos casos suponen un endeudamiento más para los maltrechos bolsillos del sector, sin capacidad para afrontar nuevas inversiones y planes de modernización en sus explotaciones.

PLAGAS

También a lo largo de 2017 han llegado a la Comunitat Valenciana plagas y enfermedades que amenazan la rentabilidad del campo. La entrada de la citada Xylella, la mortífera bacteria detectada el pasado mes de junio en una parcela de almendros de Guadalest, se ha extendido ya en localidades de tres comarcas alicantinas: la Marina Baixa, la Marina Alta y el Comtat. Recientemente se ha detectado el quinto brote. La subespecie detectada es la multiplex, que afecta a almendros, ciruelos, melocotoneros, arándanos, roble, plátano y, en menor medida, al olivo. Desde el comienzo, la Conselleria de Agricultura está aplicando la normativa europea basada en el arranque de árboles en un radio de 100 metros desde la zona infectada para la prevención y erradicación de la enfermedad, si bien las escasas indemnizaciones aprobadas no han sido pagadas a los afectados. La Administración agraria, que dirige Elena Cebrián, aprobó la orden de ayudas el pasado mes de diciembre y prevé que en «breve» de puedan otorgar fondos por el arranque de árboles (62 euros, en el caso de los olivos, por planta).

En la citricultura se ha detectado la entrada y reproducción ilegal de la variedad de mandarina Early Pride procedente de un país infectado de «greening» (HLB). Se trata de la enfermedad letal que amenaza a los cítricos a nivel mundial y la preocupación es máxima porque uno de los vectores transmisores de esta enfermedad se está expandiendo hacia el sur de Portugal. Otra alarma se encendió en la citricultura tras detectarse ataques generalizados del trips de la orquídea por primera vez en áreas naranjeras de la Safor y la Ribera. Además, el cultivo del caqui es objeto también cada vez más de los ataques de plagas y enfermedades: mancha foliar, moscas, mosca del Mediterráneo y cotonets, entre otros. Además, crecen los datos por la avispilla del almendro, la yesca de la vid o la Pyricularia en el arroz.

ABANDONO DE TIERRAS

La crisis en el campo ha tenido su traducción más fidedigna en la evolución del abandono de las tierras de cultivo. La superficie agraria cultivada en la Comunitat Valenciana se redujo en 582 hectáreas, mientras que en el conjunto de España aumentó en 27-51 h, según refleja la Encuesta de superficies y rendimientos (Esyrce) del Ministerio de Agricultura. Esta evolución negativa sitúa a la valenciana en cabeza del «ranking» español de autonomía con más tierras de cultivo abandonadas: 163.478 hectáreas de un total de 1.006.285 en todo el país.

LEY DE L´HORTA Y DE ESTRUCTURAS

La Conselleria de Vivienda y Territorio sigue adelante con su propuesta de la Ley de l´Horta y lo hace al margen de la administración autonómica de Agricultura. En este asunto existe una abierta discrepancia entre las dos organizaciones mayoritarias. Cristóbal Aguado, que discrepa con la Unió de Llauradors, lamenta que la Conselleria de Vivienda no haya aceptado ninguna de las alegaciones de AVA . En su opinión, el texto «margina y relega» al principal actor en la protección de este paisaje: el agricultor. «La huerta puede acabar convertida en una especie de reserva india donde los agricultores ejerzan como meros figurantes y prisioneros», asegura. Y reclama al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que «escuche al sector» antes de ratificarse la norma que no tiene el consenso de los agricultores. Mampel sostiene es una ley necesaria, porque es necesario proteger la huerta, los campos y también el patrimonio material e inmaterial que la rodea. En su opinión los resultados se verán a largo plazo.

Por otro lado, el Consell ha dado conformidad al anteproyecto de Ley de Estructuras Agrarias, que pretende establecer incentivos fiscales por la compra y arrendamiento de fincas rústicas y favorece proyectos de gestión en común. Con todo, todavía falta el dictamen del CES.

ACUERDOS COMERCIALES

El veto de Rusia a los productos alimentarios de Unión Europea, que se prolonga desde agosto de 2014 por las tensiones geopolíticas entre Moscú y Bruselas, así como la falta de apertura de nuevos mercados, sobre todo asiáticos y americanos, castiga a determinados productos valencianos. También preocupa el acuerdo comercial entre la UE y Sudáfrica, que facilita la importación de cítricos en condiciones ventajosas de este país africano. Mejores noticias alberga el acuerdo comercial suscrito con Canadá (CETA) para el vino, las frutas y las hortalizas.

CÍTRICOS Y ARROZ

En esta campaña 2017/2018 las estimaciones son un 20,3 % inferiores a la de la campaña pasada, que fue anormalmente alta. Este descenso significativo se debe a la tradicional vecería de los cítricos, pero sobre todo a las adversas condiciones climatológicas, entre las que destacan las intensas lluvias de finales de 2016 y principios de 2017, así como las elevadas temperaturas de mayo que incidieron negativamente en el cuajado de frutos. Los precios arroceros en origen han sido similares (0,28 €/kg), una cifra que se sitúa un 40 % por debajo de los costes de producción.

VIÑEDO, OLIVO Y ALMENDROS

La cosecha de uva ha sido un 13 % inferior respecto a la anterior Esta disminución han sido del 10 % en Requena, del 15 % en la de València, del 35 % de Alicante y del 20 %, en Castelló. Los precios medios del aceite e oliva superan los 3,5 euros por kilogramo, lo que garantiza una rentabilidad aceptable para aquellos olivicultores valencianos que han contado con una cosecha normal. Mientras, la producción de almendras ha sido un 40 % superior. Alcanzó las 5.900 toneladas. Los precios, bajos.

FRUTALES DE HUESO Y CAQUI

Campaña «calamitosa» de principio a fin debido a las adversidades climáticas y a la saturación de los mercados europeos, según AVA-Asaja. Muchos campos se han quedado con la fruta colgada en el árbol por falta de precio. Según la Unió, la producción de fruta de verano ha sido un 2 % superior a la de la campaña pasada, aunque un 6 % inferior ala de las últimas seis temporadas. En el caqui se ha producido un año de inflexión. Los precios han caído un 25 %, lo que supone el primer descenso del valor de esta fruta tan implantada en la Ribera.

FRUTAS SUBTROPICALES Y CHUFA

La demanda de granadas, aguacates y kiwis he tenido en aumento, lo que también se ha traducido en un aumento de los precios, que se sitúan entre un 10 % y un 15 %. La superficie de cultivos de estas frutas en la Comunitat Valenciana aumentó hasta un 62 % en el caso de los aguacates. El aumento de la demanda de chufas ha mejorado los precios para los 500 cultivadores de 5.800 h.

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