La pintura de brocha gorda es un negocio que mueve anualmente en España 5.000 millones de euros. La startup Pintatucasa se ha aliado con el fabricante valenciano de pinturas Isaval para explotar el mercado electrónico. La clave es que ofrecen a cuatrocientos pintores profesionales que utilizan pinturas Isaval en todos los trabajos. El fabricante valenciano de pinturas era consciente de la dificultad de comercializar el material por internet como cualquier otro producto y llegó a la conclusión de que la mejor manera era aliándose con una startup que ya ofrecía el servicio de pintores. La compañía, que surgió en 2014 en el laboratorio de Demium Startups, emitió el año pasado cerca de cien mil presupuestos y tiene previsto cerrar 2018 con un millón de proyectos. El presupuesto medio de la empresa emergente por pintar una vivienda de noventa metros cuadrados ronda los 1.200 euros, aunque hay diferencias muy grandes entre el norte y el sur de España por el precio de la mano de obra.

Los socios fundadores de Pintatucasa son Rafael Esteller y Santiago González. Los dos fueron seleccionados en julio de 2014 por la incubadora Demium para adaptar al mercado español un modelo de contratación del servicio de pintura de viviendas que impulsó la empresa estadounidense Paintzen. «En diciembre de 2014 dimos la vuelta al concepto y creamos nuestro propio modelo. El concepto americano estaba muy basado en el comercio electrónico. Nosotros damos más servicio. Garantizamos el envío de un pintor profesional serio. Nuestros usuarios viven en ciudades de más de 100.000 habitantes y no conocen a pintores de barrio», apuntó González. El cofundador de la empresa señaló que ha sido clave la entrada de Isaval. «Son uno de los diez fabricantes más importantes de España por facturación. A nosotros nos permite garantizar a nuestros usuarios que los materiales que utilizamos en los trabajos son los mejores. Los profesionales conocen la marca y saben que es de mucha calidad».

Isaval invirtió capital en la startup en octubre de 2016 y se hizo con el 25 % de la compañía. Santiago González incidió en que Isaval, que tiene su fábrica en Riba-roja del Túria, «es una empresa con un crecimiento sostenido en el tiempo y con un perfil muy innovador dentro del sector. En esa línea siempre se han planteado cómo subir al tren de internet y son conscientes de que la venta directa no era la vía. En contrapartida, han visto en Pintatucasa una entrada en el negocio online mediante la venta de servicios, lo que tiene mucho sentido».

El modelo de negocio de la startup se basa en el cobro a los pintores que utilizan la plataforma electrónica para captar clientes. «A los profesionales les ofrecemos una herramienta de captación de trabajo. Ellos reciben las ofertas de trabajo en su móvil y deciden si cogerlas. Este sistema les permite llenar huecos en sus agendas y aumentar su volumen de facturación», destacó el cofundador de la empresa emergente. «Nosotros ganamos con los trabajos que se realizan. A los clientes finales no les cuesta nada porque a nosotros nos pagan los pintores», añadió.

La compañía ha arrancado 2018 con una red de cuatrocientos pintores y espera acabar el año con mil. «Durante 2017 hemos conseguido desplegar una red de pintores en toda España y ahora la vamos a explotar. Nuestro objetivo es cerrar este año con una facturación de 250.000 euros».

El responsable de la startup indicó que un tercio de los presupuestos que están haciendo son para viviendas vacías, lo que va ligado al mercado inmobiliario de compra y alquiler que está repuntando tras años de letargo. Además, el 15 % de los clientes buscan eliminar por completo el gotelé de sus casas, una intervención que cuesta entre 2.000 y 3.000 euros. Más del 60 % de los usuarios de la plataforma opta por el blanco para ahorrar en el presupuesto.