Ana Rodríguez Nogueiras vive a caballo entre València y Barcelona, cuartel general del fondo de inversión PHI Industrial, propietario desde enero de 2017 de la histórica Ciudad de la Porcelana fundada por los hermanos Lladró. Esta ingeniera industrial especializa en el sector químico, catalana de 46 años, casada y con tres hijos, tiene amplia experiencia en la gestión en grandes compañías de diferentes ámbitos de actividad (Endesa, Tyco Electronics, Applus y Nexgrup) asegura que tiene vocación de continuidad en su nueva tarea. «Me gustaría estar aquí muchos años», cuenta la CEO de Lladró desde una sala de visita de la planta baja de la fábrica, adornada ya sin las clásicas figuritas de cerámica decorativa. Allí ya no se ve al triste arlequín o las bailarinas que tanto gustaban a los anteriores propietarios. Ahora está equipada con nuevos elementos que la compañía quiere lanzar al mercado para reflotar la histórica compañía fundada en 1952 por los hermanos José, Juan y Vicente Lladró Dolz y cuya segunda generación ha tenido que vender ante el descalabro económico.
Cuesta acceder al cuartel general de Tavernes Blanques y no encontrar a ningún representante de la conocida saga empresarial. Ni rastro. «No mantenemos relación directa con la familia Lladró, tampoco en tareas de gestión», reconoce Ana Rodríguez, responsable de acometer el gran cambio en la empresa de porcelana tras el efímero paso de Manuel Ehrensperger, primer director general de Lladró en la etapa de PHI Industrial, aunque sólo duró pocas semanas «por motivos personales». Este ejecutivo suizo llegó a Lladró tras una larga experiencia en las industrias de la joyería y la moda. Fue consejero delegado de Grupo Pronovias. Ehrensperger y Rodríguez han borrado huellas de la familia fundadora del otrora imperio de la porcelana aunque no quiere perder las esencias. Con todo, ningún cuadro a la vista de los tres carismáticos hermanos
Procesos de cambios
Quien ahora lleva la batuta de Lladró habla inglés, francés y catalán, su lengua materna, y afirma que es una gran aficionada a la lectura. Aterrizó en el fondo de inversión PHI Industrial en 2011. Desde entonces se ha especializado en reflotar empresas. No le gustan las cámaras ni los focos mediáticos a esta ingeniera. Así, ha preferido seleccionar sus propias imágenes para mantener una entrevista con El Mercantil Valenciano. Y también aporta alguna reflexión sobre el Día Internacional de la Mujer: «Es importante que la visibilidad que se está dando hoy al tema de la desigualdad se transforme en propuestas concretas que generen los cambios necesarios, y que se mantenga en el tiempo para que esos cambios se consoliden», apunta.
Ana Rodríguez está especializada en gestión de compañías que necesitan realizar un proceso de cambio, abrirse a una nueva estrategia y «poner orden», explica esta directiva tras asumir el cargo de dirigir una mercantil que en 2016 cerró el ejercicio con 29,5 millones de euros de facturación (-15 %) y unas pérdidas de 69 millones, según las cuentas de Lladró S.A. «Nos encontramos con una compañía que tiene una marca reconocida en el ámbito internacional, con un proyecto único e inimitable que requiere profesionalización de la gestión y sobre todo, tener un rumbo claro. Una visión nueva y un crecimiento en ventas». En el primer año de gestión de PHI Industrial el negocio de cerámica decorativa ha conseguido una facturación bruta de 51 millones de euros, con un resultado de explotación positivo. Y en 2018 prevé crecer un 15 % en cifra de negocio.
Formada en ESADE Business & Law School, donde ha sido profesora de Marketing de Servicios, estudió en la Universitat Politècnica de Catalunya, la consejera delegada de la industria cerámica ha renovado el equipo de dirección, sobre todo de marketing y comercial y siempre tiene la maleta preparada para viajar. Debe controlar 45 tiendas, algunas en fase de remodelación y reformas para introducir el nuevo concepto de boutique -estrenado en el establecimiento de la calle Serrano,la milla de oro de Madrid- y que quiere trasladar a otros establecimientos de grandes ciudades, en áreas de lujo: Nueva York, Tokio, Londres, Barcelona, València... Quiere crecer en Italia, en Asia y en Estados Unidos. En este último país ha cerrado dos establecimientos en pérdidas (Los Ángeles y Miami).
«Las figuras estaban anticuadas»
Rodríguez considera que Lladró se desfiguraba a marchas forzadas y necesitaba nuevos aires». Las figuras estaban «anticuadas». «Los gustos del mercado varían y es necesario afianzar la oferta figurativa, prueba del virtuosismo y capacidad artística de la firma y por otro, apostar por la diversificación abordando el desarrollo de objetos decorativos, funcionales y emocionales. Para ello se ha rodeado de un nuevo equipo directivo: Pierre Favresse (creatividad), Nieves Contreras (diseño),y otros colaboradores externos. ¿El futuro del negocio? «Las figuras representarán el 80 % del negocio y el comercio por internet canalizará el 10 % de las ventas», concluye la jefa de la compañía.
