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Reportaje

Las reinas ganan a la banca

Ana Botín y Dolores Dancausa piden más sitio para la mujer en la cúpula de la banca. hoy hay 43, un 16 % más que en 2016

Las reinas ganan a la banca

«Soy feminista, porque existe discriminación. Las mujeres nos merecemos tener más presencia en puestos directivos». Estas palabras que Ana Botín, presidenta de Santander, pronunciaba esta semana en una entrevista radiofónica ejemplifican que la lucha contra la desigualdad de género gana cada vez más fuerza y que nadie quiere quedarse al margen de este movimiento, ni siquiera las mujeres que, como Botín, sí han llegado a lo más alto de su sector, pero que se sienten insatisfechas. Piden más para ellas y sus compañeras.

Botín es la única mujer que preside uno de los ocho grandes bancos españoles cotizados (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter, Liberbank y Unicaja). Junto a ella también destaca Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter. Son las dos únicas primeras ejecutivas de una gran entidad financiera en España. Botín (Santander, 1960) llegó al cargo tras fallecer su padre, Emilio Botín, en 2014. Su familia posee en torno al 1% del capital del banco, pero su peso de facto en el consejo de administración es muy superior. Nadie dudó de que ella sería la sucesora, tras haber acumulado, además, una amplia experiencia financiera previa (fue presidenta de Banesto, entre otros muchos cargos). Dancausa (Burgos, 1959), por su parte, accedió al puesto de consejera delegada de Bankinter en 2010 (sustituyó a Jaime Echegoyen), después de ocupar puestos de responsabilidad en el mismo banco y en su aseguradora, Línea Directa. Antes estuvo en el Banco Exterior. Su nombramiento contó con el beneplácito de Jaime Botín, el principal accionista de Bankinter y tío de Ana Botín. Dancausa también ha contribuido esta semana al debate sobre la desigualdad de género al lamentar que en unas de las jornadas de banca de más prestigio que se celebran cada año en Madrid (Foro Financiero de Deloitte) no hubiera más banqueras. «Soy la única mujer que va a subir hoy al estrado y quizá ello merecería una reflexión», indicó.

Aunque ellas dos sean las únicas que están al frente de uno de los ocho grandes, la presencia femenina en las cúpulas de estas entidades financieras es mayor, si se incluye a las mujeres que forman parte de los consejos de administración de los bancos y a las que son miembros de su alta dirección (forman parte del equipo gestor de las entidades, pero sin estar en el consejo).

Actualmente los ocho grandes bancos cotizados cuentan con 43 mujeres en consejos y comités de dirección, incluidas Botín y Dancausa. De ellas, 29 son consejeras y las 14 restantes, directivas. Estos 43 puestos les otorgan un peso del 21% en el total de sillones en consejos y comités de dirección, frente a al 79% ocupado por hombres. Desde 2006 hasta ahora el número de mujeres en estas dos categorías ha crecido un 16%, según se desprende del análisis de las memorias y los informes de gobierno corporativo de los bancos depositados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los bancos cotizados con sede en la Comunitat Valenciana (CaixaBank y Bankia en València y Sabadell, en Alicante) cuentan con doce mujeres consejeras y altas directivas, el 28% del total de la banca española (ver información en la parte superior de la página).

Santander es el banco que tiene más peso femenino en sus órganos de gobierno y de gestión, con 9 mujeres, seguido de CaixaBank y Bankinter.

La mayoría de las banqueras, salvo Botín y Dancausa, son consejeras independientes, no vinculadas ni a los accionistas mayoritarios de los bancos ni a sus primeros ejecutivos. Las menos están en sus puestos por representar a accionistas, a propietarios de las entidades financieras. Por su parte, las ejecutivas no consejeras suelen estar al frente de facetas clave para el banco, como las cuentas (Bankinter), el negocio bancario en España (BBVA), la financiación al consumo, la banca digital, el cumplimiento normativo (Santander) y comunicación, marca y responsabilidad social corporativa (CaixaBank y Bankia).

¿Que hay detrás del crecimiento experimentado desde 2016? Los bancos han hecho suyas las recomendaciones de gobierno corporativo de los organismos reguladores españoles y europeos, sobre todo de la CNMV, que aboga por una mayor diversidad del consejo de administración. Los bancos aprovechan las salidas de consejeros para cubrir las vacantes con mujeres y así elevar el peso femenino en sus cúpulas. Así ha sucedido esta misma semana con Banco Sabadell. El jueves dejaba el consejo de administración José Manuel Lara García, el hijo del fallecido editor José Manuel Lara Bosch. Su puesto pasó a ser ocupado por María José García Beato, persona próxima al presidente del banco, Josep Oliu y que ya formaba parte de su alta dirección, como secretaria general de Sabadell.

Antiguas cajas

Parte del incremento de mujeres en las cúpulas de los ocho grandes grupos se explica también por los últimos bancos de las antiguas cajas que salieron a Bolsa, como Unicaja o Liberbank. Los mercados son sensibles a la diversidad, igual que los reguladores, y al adecuar sus estructuras a los de una sociedad cotizada elevaron el peso de las mujeres en consejo y alta dirección.

A pesar de que la presencia femenina en la banca todavía sea escasa y esté a años luz de otros sectores empresariales o de otras esferas de la sociedad, nadie duda de que se trate de una tendencia imparable y que el peso de la mujer irá a más. La propia Botín desvelaba esta semana que en Santander más de la mitad de la plantilla son mujeres, pero solo el 20% están en puestos directivos. Su objetivo para 2025 es alcanzar un 30%.

Expertos labores y agentes del sector financiero defienden distintas fórmula para combatir la desigualdad y reducir la brecha salarial, que existe. La discriminación positiva se impone como fórmula y se intenta que en todo proceso de selección de un alto directivo haya siempre una mujer, como mínimo, algo que las empresas de cazatalentos aseguran que no siempre pueden conseguir. Algunas entidades dan un paso más y exigen que los dos candidatos finales para un puesto de dirección tiene que ser, necesariamente, un hombre y una mujer. Queda mucho por hacer.

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