Cada día vemos más noticias de compraventa de empresas, los cambios de mercado, los nuevos retos tecnológicos en una economía globalizada, la propia evolución de transición generacional en las empresas? hace que cada vez sea una opción estratégica más elegida de manera parcial o total en las empresas. El mercado de fusiones y adquisiciones en España ha crecido más de un 84% con respecto al mismo periodo del año anterior en cuanto al volumen de inversión, habiendo superado más de 45.500 millones de dólares, en operaciones. Con respecto a la inversión extranjera el 2017 cierra con un aumento casi del 400 %. Ante esa situación, es normal que a muchos empresarios se pregunten si es buen momento para vender su empresa. Los datos cuantitativos del mercado son favorables. La captación de fondos y la inversión aumenta todos los años en valor y número de operaciones.

Pero para responder a esta pregunta se debe conocer en qué etapa del ciclo de vida se encuentra su empresa. En todos los casos, se debe realizar un exhaustivo análisis de cuál es el momento ideal para la venta, considerando la situación de la empresa, el futuro de la industria, los objetivos del vendedor y diseñar el proceso en consecuencia.

El proceso de venta siempre es bastante complejo y la diferencia entre hacerlo bien o improvisadamente se reflejará en la valoración de la empresa, por lo que siempre es recomendable apoyarse es profesionales que ayuden aumentar el valor y reducir los plazos y condiciones de la venta.

La compañía debe ser valorada por un profesional con experiencia y con independencia, se debe dejar de lado el apasionamiento y los aspectos emocionales a la hora de realizar la valoración de empresas y acompañe en dos fases: la de prepararla para la venta y la de búsqueda del comprador que aporte las mejores condiciones y optimice su valor en función de lo que se está buscando con esa estrategia.

No siempre es una salida o abandono del negocio. Muchas veces es la solución a cambios generacionales, profesionalización de la gestión, vinculación a grupos industriales internacionales, inversión para el crecimiento y la expansión, búsqueda de economías de escala y sinergias? Es una alternativa más que hay que valorar y que debemos incluir en el repertorio estratégico de la empresa ante cambios importantes de mercado. Hay que romper ese tabú de la venta de la empresa, es una alternativa que puede ser parcial (toma de participación) que es un modelo más de cooperación financiera y alianza corporativa.

Además hay que tener en cuenta que por el otro lado, cada vez más empresas en estrategia de crecimiento consideran el crecimiento inorgánico (a través de compras y fusiones) una opción más clara de entrar en ciertos mercados y canales en los que ahora no están. Por eso, las posibilidades de que se puedan materializar operaciones hoy es una realidad que va en aumento y ayudará a transformar el tejido empresarial y evolucionar su nivel de competitividad.