La empresa valenciana Green Urban Data radiografía el incremento de calor de las ciudades con mapas térmicos que confecciona con imágenes de satélite. La compañía ofrece la información a los ayuntamientos con recomendaciones para reducir la temperatura en los puntos más críticos. La firma ha llegado a detectar en València variaciones de hasta seis grados entre los puntos más calientes y más fríos, y ha comprobado que todo el cauce viejo del Turia tiene un grado y medio menos de temperatura que el resto de la ciudad. La empresa emergente, que está siendo acelerada en Lanzadera, fue fundada en otoño por los arquitectos Alejandro Carbonell y José Miguel Ferrer, y tiene previsto cerrar el año con una facturación de 200.000 euros. La startup ya trabaja para los ayuntamientos de València, Torrent, Gandia y Alcoi.
Alejandro Carbonell apuntó que los expertos prevén que en los próximos diez años la temperatura va a subir entre un grado y un grado y medio debido al cambio climático. «Grandes capitales como Madrid, Barcelona o París están tomando medidas contra el incremento térmico. El problema es que en las ciudades se produce el efecto ´isla de calor´, que provoca que durante el día se acumule temperatura en la ciudad y las noches sean más calurosas. Este incremento de temperatura tiene un impacto directo en las enfermedades crónicas. Nosotros trabajamos en la ciudad porque son grandes productoras de contaminación», subrayó.
El responsable de la compañía explicó que los satélites tienen sensores térmicos que miden la temperatura terrestre. Green Urban Data recopila esa información, la completa con la que ofrecen las estaciones meteorológicas repartidas por la ciudad y traza sus mapas térmicos. En la ciudad de València se puede comprobar que los puntos más cálidos son el polígono Vara de Quart, las inmediaciones de la estación de trenes y el centro comercial de Campanar. «Vara de Quart es la zona más caliente porque carece de vegetación y las naves tienen cubiertas de chapa que se recalienta. Algo parecido ocurre en la estación, aunque se empiezan a notar los efectos del Parque Central. En el caso del centro comercial de Campanar, le afecta el aparcamiento. El Ayuntamiento de València está trabajando para tomar medidas», aseguró Carbonell.
El responsable de la firma señaló que para rebajar la temperatura se pueden pintar las cubiertas de blanco y habilitar más zonas verdes. «Existen diferencias de hasta 6 grados entre focos de calor como la estación Joaquín Sorolla, Ruzafa y algunas zonas del Eixample, y zonas frescas como Viveros o el Botánico. El Parque Central va a beneficiar al barrio de Ruzafa. Hicimos un estudio en el que comprobamos que el jardín del Turia provoca un descenso de un grado y medio que se extiende a quinientos metros en sus márgenes», precisó.
