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Lladró: las figuras siguen rotas

Lladró: las figuras siguen rotas

Viejas recetas para nuevos tiempos en Lladró. Casi dos años después del desembarco del fondo de inversión PHI en la conocida fábrica de porcelanas vuelven a repetirse medidas ya practicadas durante la última década tras el hundimiento de la cifra de ventas y las abultadas pérdidas de explotación. Esas circunstancias, en medio de las batallas internas de la saga familiar, desembocado en profunda reestructuración de la compañía sin rumbo tras tomar el mando de Lladró la segunda generación y vender al citado grupo en diciembre de 2017. Una comisión formada por representantes de la sociedad propietaria del 100 % del negocio la Ciudad de la Porcelana y de los trabajadores comienzan esta semana la negociación de una nuevo expediente de suspensión temporal de empleo. El ERE afectará sobre todo al personal de las fábricas Arte y Porcelana (que emplea a unas 100 personas) y de Daysa (con unos 250 puestos de trabajo).

El negocio de la mercantil, pese a la diversificación de productos y a que la dirección esperaba incrementar un 14% durante este año en comparación con el anterior, no ha respondido y los actuales gestores especializados en el rescate de empresas familiares en crisis aseguran que no tienen más remedio que acudir a otra reducción de jornada continuada para su plantilla de producción para reducir costes durante estos próximos meses, tal como prevé el fondo de inversión dirigido por los socios directores Alexander Witt i Jordi Bricio y que en Tavernes Blanques designó como máxima ejecutiva Ana Rodríguez.

La puesta en marcha del expediente de regulación de empleo para «ajustar temporalmente la producción a la demanda actual», según fuentes de la mercantil, ya se ha venido aplicando a lo largo del anterior decenio. La firma de cerámica decorativa llegó a facturar 180 millones de euros antes de su grave crisis económica y a tener 2.650 trabajadores, si bien cerró el ejercicio de 2016 con una cifra de negocio de 29,6 millones de euros y unos «número rojos» de 69 millones, según las últimas cifras depositadas en el Registro Mercantil por Lladró S.A.

Pendiente de determinar a cuántos trabajadores afectará esta reducción de jornada y en qué condiciones económicas (en principio no implica al personal de las otras dos sociedades: Diseños Artísticos y Lladró S. A., responsables de la creatividad y la gestión comercial, respectivamente) los propietarios de la histórica firma afrontan un nuevo contratiempo en su breve trayectoria profesional. Además, desde 2017 se ha producido la fuga de sus principales directivos. Ahora toca negociar con la administración autonómica y los sindicatos un ERE temporal de efectos impredecibles durante los próximos meses. La empresa tan solo se ha avenido a decir que persigue «reajustar su capacidad productiva». Sin duda, la resignada plantilla de Lladró ya está acostumbrada a expedientes de reducción de jornada y que han dejado bajo mínimos las instalaciones de la Ciudad de la Porcelana, en la actualidad con varios edificios cerrados y sin uso fabril.

Diversificación de productos

En medio de la lógica inquietud de sindicados y trabajadores, quienes esperan que no se produzcan nuevos despidos en el grupo, el compromiso del fondo PHI en Lladró es a largo plazo. Al tomar el mando de la nave aseguró que «respetará los valores esenciales de Lladró»; es decir, la fabricación de figuritas en Tavernes Blanques -que por el momento no piensa deslocalizar- si bien tiene claro que «Lladró estaba anclada en el pasado» y había que cambiar de estrategia con el lanzamiento de nuevos productos de decoración para el hogar y productos de joyería. Así, ofrece lámparas, litofanías y los mejores aromas para el hogar a través de sus red comercial. Así lo ha comenzado a experimentar en su nueva tienda de Madrid, inaugurada este año en una céntrica calle comercial. También quiere potenciar el canal de ventas por internet.

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