la Conselleria de Agricultura presentó el pasado 18 de septiembre los datos correspondientes al primer aforo de la campaña citrícola 2018/2019. Se trata de la primera estimación de cosecha, un dato que es referencia para el conjunto del sector, ya que la producción valenciana supone el 50% de la producción estatal y el 70% de las exportaciones nacionales.
El primer vistazo a los datos presentados por la conselleria indica que la producción alcanzará los 3,89 millones de toneladas, una cifra que supone un 22,9 % más que el balance final de la campaña pasada y un 1,2 % menos que el balance de la campaña 2016/2017. Sin embargo, y aunque esa campaña sea la que tomamos como referencia para evaluar el rendimiento productivo de la campaña, hemos de atender a otra serie de cuestiones, de las que extraeremos las peculiaridades propias de la campaña 2018/2019.
En primer lugar, se aprecia una disminución del calibre en algunas variedades de clementinas precoces, debido a la escasez de lluvias registradas durante su periodo de maduración. Una circunstancia que será apreciable únicamente al inicio de campaña, pero que se mitigará rápidamente en las variedades que no son extratempranas, gracias a las lluvias registradas durante el mes de septiembre.
Rendimiento de las variedades
También es importante evaluar el rendimiento de las variedades a lo largo de la campaña. Como decíamos, en el grueso de la producción el descenso será de un 1,2% respecto a hace dos campañas, mientras que en el conjunto de variedades de la primera parte de campaña el descenso es de un 7%. La distribución de producciones a lo largo del calendario siempre es importante para aventurarse a valorar el comportamiento comercial de la campaña, y este es un dato favorable para pensar que no deberían existir grandes tensiones en los mercados en la primera parte de la campaña. En ese primer escenario comercial, también hay que valorar el efecto que tendrá la llegada a los mercados de cítricos procedentes de los países productores del hemisferio sur, con condiciones más favorables que las de hace dos campañas.
Tendríamos que hablar de los efectos del Brexit, de las condiciones meteorológicas de los meses de comercialización y de muchos otros factores para lanzarnos con mayor seguridad a evaluar la campaña que acaba de comenzar, pero no tenemos espacio en esta columna para ello. En todo caso, hemos de transmitir a los consumidores un mensaje de tranquilidad: dispondremos de cítricos de la máxima calidad, y en cantidad suficiente para abastecer a los numerosos mercados que confían en nuestro saber hacer año tras año.
