Cuando hace seis años el joven veterinario Adolfo García decidió «volver a casa», en la clínica en la que trabajaba le dijeron, al parecer con cierto despecho: «Vete a atar morcillas con tu madre». El vaticinio podía haberse cumplido, porque el negocio familiar es una carnicería en L´Alcúdia de Crespins y la ganadería, pero no fue así. Al menos parcialmente. García se ha especializado en la alimentación ecológica y vegana y por sus innovaciones acaba de recibir un premio de Asaja, la organización nacional de jóvenes agricultores en la que está integrada la valenciana AVA.
Hijo de un ganadero de cabaña vacuna y de una carnicera murciana, García decidió hace seis años hacerse cargo de la herencia de sus ancestros bajo una premisa que aprendió hace catorce años, cuando, dos antes de morir, su progenitor sufrió los estragos de las vacas locas: «Me di cuenta de que no suele haber futuro en depender de un solo producto; vi cómo en la carnicería que sigue regentando mi madre hay también pollo y cerdo y verduras». En resumen, había diversificación. Tras ampliar sus conocimientos con varios cursos, García se propuso dedicarse «a la alimentación saludable en varias líneas». El primer paso, hace ya cinco años, fue empezar a «eliminar aditivos y colorantes en los embutidos que producíamos para vender en la carnicería, lo que me permitió que me certificaran como el primer elaborador de charcutería cárnica ecológica».
A partir de ahí, el joven emprendedor (nació en 1984) dispara su creatividad y empieza a poner en el mercado -sus clientes son supermercados, hoteles y restaurantes, pero también particulares, para quienes va a poner en funcionamiento en breve un portal en internet- toda una serie de productos en su mayoría relacionados con el mundo vegetariano. Muchos de ellos, son (o parecen) trampantojos. Por ejemplo, la Tomasada, que es una sobrasada vegetal con las especias de la cárnica y el tomate como sustituto de esta proteína. Pero hay más, como el medallón vegetal que simula una hamburguesa o la marca veganeso (queso). Eco-ya es una línea de precocinados ecológicos que pueden ir desde la ensalada de legumbres con verduras a las albóndigas de ternera y vegetales. Veggigua, por su parte, produce alimentos de proteína vegetal para perros cuyos dueños son veganos.
Adolfo García empezó formalmente su andadura como empresario el año pasado. En este poco tiempo Ecoiberope ha logrado facturar cerca de 800.000 euros que espera triplicar en 2019. En su fábrica de L´Alcúdia, él y siete empleados han puesto ya en el mercado 150 productos. Este emprendedor mantiene su granja en Montesa para el suministro cárnico, mientras que los productos de la tierra los compra a agricultores y cooperativas de la Vall d´Albaida. Ahora «estamos valorando plantar en ecológico varios de los productos que más utilizamos, como la cebolla o el tomate». La carnicería de su madre comercializa algunos de los artículos veganos que fabrica el hijo, quien en noviembre va a empezar a vender en el mercado de Russafa y prepara una tienda en su fábrica para venta directa.
