Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las otras batallas que sí pierde la banca

Los jueces están dando la razón mayoritariamente a los consumidores en los pleitos por cláusulas suelo, gastos hipotecarios, préstamos multidivisa e intereses de las tarjetas

Las otras batallas que sí pierde la banca

La banca consiguió hace unos días una victoria en el Supremo. Logró que el alto tribunal, de una forma muy polémica, le diera la razón y le eximiera de pagar el impuesto de actos jurídicos que se abona cuando se firma una hipoteca, aunque sólo fue un tanto en un partido que las entidades financieras están perdiendo por goleada en los juzgados. Tan abultado está siendo el marcador que los abogados aseguran que prácticamente en el cien por cien de los pleitos los jueces españoles están fallando a favor de los hipotecados. La lista de victorias judiciales de los consumidores es muy larga y abarca asuntos tan dispares como el de los gastos de las hipotecas, la comisiones de las tarjetas de crédito o las cláusulas suelo.

Desde el pasado lunes, los bancos tienen que cargar con el pago del impuesto de actos jurídicos documentados, tras un cambio de ley del Gobierno. Pero esa norma cierra la puerta a que los ya hipotecados puedan reclamar la devolución del impuesto. Una de las pocas alegrías que se está llevando la banca. «Los pleitos que se están ganando son porque se está reconociendo el derecho del consumidor. Se acaba recuperando por la vía de los juzgados algo que debería de estar regulado políticamente», resume el abogado Juan Rodríguez-Ovejero, especialista en estos casos.

Cláusulas suelo y «swaps»

Son dos productos que causaron una gran polémica y cuyas reclamaciones continúan goteando. «Aún quedan afectados por reclamar», apunta Ballesteros. La del suelo, un límite que imponía la banca para que las bajadas del euríbor no le afectaran, fue una de las grandes derrotas de la banca. El caso, tras dar algunos tumbos, llegó a manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que dió la razón a los consumidores y abrió la puerta a que pudieran exigir la retroactividad total de lo que su entidad les cobró de más. En cuanto a los swaps, se trata de un seguro muy complejo y de riesgo que la banca usaba para defenderse de los vaivenes de los tipos de interés.

Hipotecas abusivas

Cuenta Ballesteros que hubo algunas entidades que comercializaron hace tiempo unas hipotecas en las que se comenzaba pagando una cuota mínima, pero, a cambio, el diferencial iba subiendo año a año e incrementando notablemente la deuda. Los afectados ya están presentando las primeras demandas, y ganándolas. «Las llamaban hipotecas tranquilidad, pero de tranquilidad tenían poco», señala el letrado.

Gastos hipotecarios

El letrado Jorge Álvarez de Linera asegura que, actualmente, estos son los casos que están generando un mayor volumen de litigios. Y algo que muchos consumidores no tienen en cuenta es que la reclamación no prescribe, advierte el abogado. «Puede pedirse la devolución de los gastos de cualquier préstamo, pese a que se haya constituido hace muchos años, y aunque esté cancelado». Con lo que el número de afectados es mayúsculo. Se puede recuperar lo que en su momento se pagó por los gastos de notaría, de registro y de gestoría, además del coste de la tasación. Todo menos el impuesto de actos jurídicos documentados. Depende de la cuantía del préstamo pero «se pueden llegar a rescatar 1.500 euros o más», señala Rodríguez-Ovejero. La Unión de Consumidores (UCE) tiene preparadas miles de demandas para exigir la devolución de estos gastos. «Estaban paradas a la espera del Supremo», asegura el letrado de la organización, José Antonio Ballesteros.

Tarjetas de crédito y micropréstamos

Es otro de los principales frentes de esta batalla judicial. «Cada mes se incrementa el número de estas reclamaciones», reconoce el letrado Jorge Álvarez de Linera, «pero aún no se han presentado ni el 4%». El problema está en los intereses. Las de las tarjetas de crédito están en una media del 25% y en el caso de los micropréstamos ese porcentaje se dispara, incluso, hasta un 4.000%. Linera cuenta el caso de una usuaria que solicitó una de estos préstamos por valor de 200 euros. Tres meses después y tras haber pagado 150 euros debía aún 450. «Los intereses, comisiones y penalizaciones incrementan vertiginosamente la deuda», señala.

Otros productos

Los jueces también están dando la razón a los consumidores en casos como el de las hipotecas multidivisa (referenciadas a una moneda extranjera) o los ligados al IRPH (un tipo de interés sobre el que el Tribunal Europeo está apunto de pronunciarse sobre si es poco transparente y abusivo). Pero no son los únicos, hay más. En la lista figuran también las cláusulas de redondeo, los depósitos estructurados o las obligaciones convertibles en acciones, por ejemplo.

Compartir el artículo

stats