La naviera valenciana Baleària ha encargado la construcción del primer catamarán de alta velocidad del mundo propulsado por motores a gas. Actualmente, ya existen fast ferries con motores originalmente reconvertidos a gas natural licuado (como el Francisco de Buquehús en mar de Plata), pero el nuevo catamarán de Baleària será el primero que incluye desde su diseño y fabricación el uso de gas, lo que implica que su consumo sea menor al de los navíos reconvertidos. El nuevo buque insignia de la compañía con base en Dénia será un catamarán de 125 metros de eslora (largo) y 28 metros de manga (ancho) con capacidad para transportar a 1.200 pasajeros y 500 vehículos. «Esto lo convierte en el catamarán fast ferry de mayor eslora y capacidad en la actualidad», según destaca Adolfo Utor, presidente de la compañía.

La naviera invierte 90 millones en la construcción del catamarán, cuyo casco será de aluminio. El barco estará propulsado por cuatro motores (fabricados por el grupo finlandés Wärtsilä) que le permitirán operar a una velocidad de servicio de 35 nudos y alcanzar picos máximos de hasta 40 nudos, el doble que los ferries convencionales. Además, contará con dos tanques para almacenar gas natural licuado (GNL) con una autonomía para 400 millas náuticas (720 kilómetros).

El catamarán está siendo construido en los astilleros Armon de Gijón. La compañía asturiana empieza este mes a cortar el aluminio y la previsión es que entre en servicio en verano de 2020. Con el contrato, Armon se convierte en un referente en el cambio tecnológico que supone la utilización de gas natural licuado como combustible. Baleària está destinando más de 450 millones de euros en la renovación y ampliación de la flota. La empresa valenciana ha apostado con fuerza por el GNL por la nueva normativa medioambiental que obliga a reducir las emisiones de CO2 en el mar a partir de 2020. Una medida que encarecerá los costes de las navieras ya que para seguir con el tradicional fuel serán necesarias fuertes inversiones en equipos que filtren las emisiones. «La apuesta estratégica de Baleària por el GNL responde a criterios de responsabilidad social y rentabilidad económica. El axioma menos contaminación mayor rentabilidad económica funciona plenamente con este combustible», advierte Adolfo Utor. La empresa valenciana plantea tener en los próximos tres años la mitad de su flota de ferries propulsada con gas (está reconvirtiendo los motores) y llegar al cien por cien en un plazo de diez años. El gas natural licuado es uno de los combustibles más respetuosos con el medio ambiente. Su uso implica la reducción de las emisiones de CO2 en un 30 % y las de NOx en un 35 %.