El sector bío se compone de tres agrupaciones fundamentales de conocimientos y usos como son la biotecnología, la biomedicina y la bioeconomía; y representa en la Unión Europea unos ingresos anuales de cerca de 2 billones de euros y unos 18 millones de puestos de trabajo, que suponen el 9 % del empleo total de la UE.

La biotecnología, en función de su área de aplicación, distingue tres temáticas principales: la biotecnología roja, aplicada a la salud (vacunas, fármacos, terapias,?);, la verde, relativa a procesos agroalimentarios (procesos agrícolas e industria alimentaria; y la azul, de los ambientes marinos (acuicultura, algas,?). La biomedicina permite el desarrollo de nuevos fármacos y técnicas para el tratamiento de enfermedades. Y por último la bioeconomía.

La bioeconomía, según la Unión Europea, se define como «la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de estos recursos y los flujos de residuos en productos de valor añadido, tales como alimentos, piensos, productos de base biológica y bioenergía». Y consta de tres elementos: el uso de conocimientos avanzados en genética y procesos celulares para diseñar y desarrollar nuevos procesos y productos; el uso de biomasa renovable y bioprocesos eficientes para estimular la producción sostenible; y la integración de los conocimientos y aplicaciones de la biotecnología en una amplia gama de sectores

Engloba a todos aquellos aspectos como la industria química, la biorremediación, la generación de combustibles (biocombustibles), los procesos industriales de procesamiento de materias primas, la generación de tejidos biológicos o la biodetergencia. Todos ellos permiten la obtención de plásticos biodegradables y otros biomateriales, así como nuevos productos para el consumo global, como fibras y composites, materiales funcionales que respondan a las necesidades de los usuarios, enzimas y microorganismos que pueden integrarse a los procesos productivos del textil, biopolímeros, entre otros

Como podemos ver, las aplicaciones bío se encuentran presentes, cada vez más, en los principales sectores productivos, ayudando a la mejora de la productividad, optimizando los procesos de producción, en la creación de nuevos productos y servicios. En definitiva, promoviendo la excelencia y competitividad, y creando riqueza en nuestro tejido industrial.

El desarrollo de la bioeconomía es una oportunidad y una necesidad, tanto para el conjunto de la sociedad española como para las empresas que la conforman y para un país como España este sector debe ser un motor más para consolidar el proceso de crecimiento económico.

En la C. Valenciana, la bioeconomía está presente en Bioval, la asociación de empresas y entidades de biotecnología, biomedicina y bioeconomía que constituyen el clúster bío y que tiene como objetivo representar y conectar a estas, para transformar el conocimiento y la tecnología en creación de riqueza sostenible.