Dejar a un lado los intereses partidistas para garantizar un acceso igualitario al agua es un objetivo prioritario para José Claramonte. Así , reclama un pacto nacional y solidario por el agua. Además, aboga por medidas eficientes para ofrecer a la sociedad un recurso adicional como es el agua regenerada.
Dice que el agua es un tema que ha de estar al margen de intereses partidistas.
El agua y el saneamiento fueron reconocidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas como un derecho humano en julio de 2010. Debemos ser capaces a nivel nacional de poder compartir unos principios fundamentales basados en la solidaridad entre las diferentes comunidades autónomas que primen la eficiencia y garanticen la disponibilidad del recurso. La detección de las diferentes necesidades, la planificación de las medidas que permitan cubrirlas y la dotación económica que permita su ejecución son unas actuaciones que no pueden estar comprometidas por los diferentes criterios políticos. Somos conscientes de la limitación de los recursos económicos de la administración, y hay que implementar la colaboración público-privada, que permite adelantar las inversiones públicas a través de la financiación privada. Si la construcción de las infraestructuras hidráulicas es importante, lo es también la gestión eficiente posterior de las mismas, y no podemos desperdiciar un bien tan escaso con fugas en la distribución o una contaminación que condicione sus usos.
¿Qué proponen entonces?
Desde el sector estamos solicitando un regulador de los servicios del ciclo integral del agua, que analice las diferentes tarifas en base a indicadores de eficiencia, solidaridad y responsabilidad ambiental.
¿En qué punto está la C. Valenciana en el tratamiento de aguas residuales?
Ha sido y es referente nacional en el tratamiento de las aguas residuales urbanas desde la creación en 1992 de la entidad pública de saneamiento de aguas residuales. Ahora se debe dar un paso más, ofreciendo a la sociedad un recurso adicional como son las aguas regeneradas. Disponemos de infraestructuras con tratamientos avanzados, que permiten la reutilización del agua para los diferentes usos, agricultura, industria, entorno urbano o medioambiental, por lo que nos encontramos en una situación preferente. Solo nos queda establecer las estructuras de gestión del agua regenerada, que incentiven su uso, garanticen la seguridad y planifiquen su distribución donde exista demanda real.
¿Y el temor a beber agua del grifo?
Creo que los consumidores tienen claro que las aguas de los diferentes abastecimientos de los municipios son aguas potables que cumplen con toda la normativa vigente, tanto técnica como sanitaria. Para garantizar esta seguridad sanitaria del agua suministrada a través de la red, el proceso de cloración es necesario, dado que en la actualidad el cloro residual en la red es uno de los indicadores utilizados para tener la seguridad sanitaria del agua suministrada. Aquí tenemos la problemática del sabor que adquiere el agua al aplicar el proceso de desinfección mediante la cloración al proceder esta de terrenos calcáreos. Este es realmente el motivo por el cual la gente reduce el consumo de boca de agua de red, incrementándose el consumo de agua embotellada. Las soluciones no son perfectas, el consumo de agua embotellada también tiene su huella medioambiental, porque nos dedicamos a transportar agua de un punto a otro, en envases la mayoría de las veces de plástico. Esta situación ha creado una concienciación en la sociedad, que cada vez es más exigente y empieza a exigir la disponibilidad de agua de red en los restaurantes y la reducción del uso de plásticos por su afección ambiental.
Intentamos consumir menos luz porque la factura es cara, ¿pero tenemos conciencia de que el agua es un bien finito?
En general creo que se está haciendo una gran labor de concienciación de la sociedad y el mensaje si ha calado en el consumidor. El consumo doméstico se ha reducido durante estos últimos años por el mejor uso del agua en los hogares. Desde Facsa, llevamos 5 años con un proyecto de concienciación escolar por el que ya han pasado mas de 5.000 niños. Por suerte o desgracia, el precio del agua es de los más bajos de Europa y por tanto no es uno de los incentivos que motive a la sociedad a reducir el consumo, como ocurre con la energía eléctrica.
¿Qué es el proyecto Remeb?
Es una de las numerosas líneas de investigación que tiene en marcha Facsa dentro del ámbito del ciclo integral del agua. Pretende desarrollar un biorreactor MBR con membranas cerámicas sostenibles y competitivas, válido tanto para plantas de tratamiento de aguas residuales municipales como industriales, a partir de diferentes materias primas y residuos agroindustriales.
