parafraseando a Bob Dylan, los tiempos están cambiando y, a diferencia de antaño, los ahorradores andan perdidos sobre dónde y cómo invertir su dinero. Las recetas más recurrentes ya no son atractivas. La renta fija no es tan segura como habíamos pensado y, por supuesto, es poco interesante. Incluso hemos visto que ciertas deudas soberanas registran rentabilidades negativas.
Los depósitos bancarios, refugio de los ahorradores más tradicionales, son una quimera del pasado y difícilmente superan la inflación, que este año terminará en el entorno del 2%, según el Gobierno. Sin embargo, los tipos de interés muy difícilmente se acercan al 1%.
Cuando hablamos de ahorrar a largo plazo, la historia ha demostrado que la renta variable es la alternativa con mayor potencial de revalorización. Pero a muchos ahorradores les puede dar vértigo por la volatilidad de los mercados. Actualmente estamos en una etapa de incertidumbre, con muchas dudas sobre la economía y el ahorro.
A simple vista, el panorama parece desolador para los inversores que aspiran a que sus ahorros rindan a ritmos razonables. En los últimos meses ha crecido el desánimo y muchos conocidos, sabedores de mi profesión de asesor financiero, se acercan a mí buscando consejo. A todos les digo lo mismo: hay respuestas, pero tenemos que aceptar que no es el camino sencillo e inmediato al que muchos estaban acostumbrados.
Hoy las respuestas pasan por pensar a largo plazo. La clave es cambiar la mentalidad y comprender que el sendero estará lleno de altibajos, las oscilaciones de los mercados. Sin embargo, para eso también hay respuestas.
Una vez aceptado el largo plazo, debemos establecer una estrategia bajo esa premisa. Y prepararnos para tolerar e incluso aprovechar, los vaivenes del mercado. El mayor de los errores, y lo he visto cometer muchas veces, es abandonar el plan, deshacer posiciones movidos por el pánico, cuando los mercados caen. Al contrario, las caídas se han de ver como oportunidades inestimables para adquirir activos a muy buen precio.
Los tiempos cambian
Nadie ha dicho que sea fácil. Empecé el artículo comentando que los tiempos están cambiando y hoy los mercados son mucho más complejos. Por este motivo, conviene apoyarse en alguien que los conozca y que nos asesore sobre cómo actuar en las alzas y, muy especialmente, en las bajas. Pero no se desanimen: hay respuestas. Simplemente tenemos que querer aceptarlas.
