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El amigo americano de valenciana de aluminio

El amigo americano de valenciana de aluminio

La letanía de ajustes de empleo en la industria española y de retirada de la inversión extranjera ha tenido algún interruptus reconfortante en 2018. La compra de Valenciana de Aluminio Baux por parte del gigante estadounidense Jupiter Aluminum ha permitido dar continuidad a la empresa fundada por la familia Serratosa Caturla que no hace muchos años estuvo a punto de desaparecer.

El nuevo dueño de Baux, Jupiter Aluminum, es una empresa privada que pertenece al empresario de origen alemán Dietrich Gross. Nacido hace 84 años, es hijo de un director de orquesta que pudo desarrollar su actividad y prosperar económicamente a pesar del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Aun así no quiso que su hijo fuera músico, porque temía que no fuera lo suficientemente bueno para poder entrar en las orquestas del momento. Gross aceptó que ni siquiera le dejara tocar ningún instrumento, aunque la música clásica le había cautivado. Dejó los acordes y pasó a los números, trabajando por cuenta ajena durante más de quince años en Europa y Asia, hasta que se mudó a Estados Unidos, a Chicago (Illinois), a principio de la década de 1970. Allí se contagió del gen emprendedor tan extendido en el país norteamericano y se lanzó a crear su primera empresa, Mercury Stainless Corp, que con el tiempo se convirtió en una de las mayores empresas privadas de acero inoxidable del país. Casado con Erika Gross, diversificó su actividad hacia la industria financiera, con la constitución de la sociedad hipotecaria Jupiter Mortgage Corp. Pero la banca no era lo suyo y volvió a concentrarse en la industria cuando surgió la oportunidad de hacerse con una empresa de aluminio que agonizaba. De las cenizas de esa empresa surgió en 1992 Jupiter Aluminum Corp, con sede en Chicago y dedicada al reciclaje de aluminio. Después nacería Jupiter Oxygen Corporation.

Hoy Gross continúa como presidente y consejero delegado de Jupiter Aluminum, con sus citados 84 años, aunque con el apoyo de su mano derecha, Paul-Henri Chevalier. La empresa produce 125.000 toneladas de aluminio en tres fábricas (dos en Indiana y una en Virginia Occidental) y cuenta con una plantilla de más de 400 empleados. Recicla el aluminio y lo vende a constructoras, empresas de automoción, distribuidoras y administraciones públicas. El 95% de sus ventas procede de EE UU y Canadá, con una facturación que en 2018 se acercará a los 400 millones de dólares. Su aluminio puede verse en muchas matrículas de los coches del país presidido por Donald Trump.

Compra a NK5

Su primera aventura internacional ha sido la adquisición de Valenciana de Aluminio Baux, la empresa que fundó la familia Serratosa Caturla en 1992, casi a la vez que Gross creaba Jupiter Aluminum. Antes de la operación Baux estaba en manos del fondo de reestructuración de empresas NK5, que había adquirido la empresa en 2017 después de que arrastrara varios años de fuertes crisis. Baux se dedica a la laminación en caliente, laminación en frío y lacado de aluminio reciclado y cuenta con fábricas en Segorbe y en Elche de la Sierra. Con más de 300 empleados, produce 100.000 toneladas de aluminio.

La unión de Jupiter y Baux creará un grupo con unos ingresos de más de 500 millones de euros y que buscará realizar nuevas inversiones en otros países, con los socios adecuados. Baux será su punta de lanza en Europa. Uno de sus grandes enemigos será China, mercado al que se ha trasladado buena parte de la producción internacional de aluminio. En Jupiter creen que desde Asia se hace dumping y ven con buenos ojos la imposición de aranceles a los productos de estos países, como quiere Trump.

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