Este pasado viernes, uno de los empresarios más poderosos y desconocidos de la Comunitat Valenciana puso definitivamente un pie en València. Vicente García Torres es uno de los pocos hombres en España que puede tratar de tú a tú a Amancio Ortega, dueño de Inditex y una de las mayores fortunas del mundo. García es socio al 50% con Ortega de la firma alicantina Tempe, proveedor de zapatos del grupo textil que posee las enseñas Zara, Massimo Dutti, Pull&Bear, Oysho, Lefties, Stradivarius o Uterqüe. Y acaba de desembarcar en Sagunt.
Este viernes concluía el plazo de un mes que había dado la Autoridad Portuaria de València para pujar por su gran parcela de 280.000 metros cuadrados. Es un suelo que se ubica junto a los terrenos de Mercadona en el área industrial y logística en el puerto de Sagunt. Juan Roig desistió finalmente de la compra y Tempe se ha lanzado a una inversión de más de 30 millones de euros.
Poco se sabe de las intenciones de Tempe para estos terrenos. Como es propio de García, ha trabajado sigilosamente desde el pasado mes de junio con la consejera delegada de Parc Sagunt SL, Blanca Marín, con los técnicos del Ayuntamiento de Sagunt y con la Autoridad Portuaria en el diseño de una operación que no ha trascendido hasta última hora.
Lo que es incuestionable es que la firma necesita crecer. Tempe también tiene un proyecto de ampliación de otros 300.000 metros en el polígono de Torrellano (Elx). Los números de la participada por Inditex son los propios de un proveedor que abastece a un monstruo global: escandalosos. La firma encargada de diseñar y distribuir el calzado de Inditex cerró 2017 con unas ventas de en torno a 1.250 millones de euros, y un beneficio neto de 81 millones gracias a una maquinaria de 150.000 metros cuadrados con 1.700 empleados.
Para llegar hasta allí, García ha tenido que recorrer camino. En los años 80, cuando conoció al industrial gallego -dicen que «por casualidad», en un avión-, ya tenía una trayectoria en el sector dentro del grupo de calzado infantil Garvalín.
168 millones en activos
Tempe comenzó a andar en 1989, y es la piedra angular de un imperio familiar que va más allá de los zapatos. Su holding Promociones Azarbe SA agrupó unos activos valorados en más de 168 millones que arroja (según las cuentas depositadas en 2017, las últimas disponibles) unos beneficios que rozan los 19 millones de euros.
La familia está completamente implicada en los negocios familiares. Casado con Isabel Peralta, su hijo Antonio García Peralta es el director general de Tempe. Azarbe, con su cuartel general en un edificio del céntrico paseo de la Explanada de Alicante, está administrada a su vez por las firmas propias Vimar Capital y Marvi IGP Investments.
A través del holding, la familia García Peralta participa en diferentes sectores. Además del negocio inmobiliario (diversificación habitual de la mayoría de industriales) han probado suerte con explotaciones ganaderas y agrícolas, gasolineras, tiene una empresa aceitera (Acecasa SL) en Hellín (Albacete) y son propietarios de la bodega Terramagna, que produce variedades de diferentes puntos de España. Su hija Isabel García Peralta dirige la distribuidora cinematográfica Alimpro Films.
El empresario ilicitano, afable en el trato cercano, está cortado por el mismo patrón que Ortega. No son muchas las ocasiones en que se deja ver en público. De hecho, una de las últimas ocasiones en que ha podido ser captado por este diario ha sido en una visita secreta del jefe del Consell, Ximo Puig, que acudió a visitar sus dominios tras conocerse su plan de ampliación en Torrellano. Es el modus operandi discreto de quien va de la mano de unos de los mayores empresarios del mundo.
