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Esto no es algo nuevo

Esto no es algo nuevo

En los últimos días se han sucedido noticias en medios de comunicación de ámbito sectorial y generalista sobre la crisis de rentabilidad por la que atraviesa el sector citrícola. La causa de estas noticias son los movimientos de protesta convocados por diferentes colectivos y la voluntad de la Administración y de los partidos políticos de reunirse con las entidades representativas del sector para conocer sus reivindicaciones y plantear sus soluciones ante los problemas existentes.

A ojos de una persona no versada, podría parecer como si esto fuese una situación nueva, generada de repente a partir de la combinación de una serie de elementos independientes entre sí difíciles de prever. Nada más lejos de la realidad. Desde el sector venimos tiempo advirtiendo de la «tormenta perfecta» que acecha a nuestra citricultura, alzando nuestra voz para denunciar situaciones sobre las que no tenemos control, pero que repercuten de manera directa en nuestra actividad.

No es este, por ejemplo, el primer año en el que los cítricos procedentes de Sudáfrica acceden a nuestros mercados en condiciones ventajosas, que establecen un elemento de competencia desleal si las comparamos con los requisitos que se exigen a cualquier productor comunitario. Ni será el último, a fe de un calendario progresivo que debe finalizar en 2026 con una eliminación definitiva de los aranceles que han de pagar. No es, tampoco, el primer año en el que los rendimientos que obtienen los agricultores y agricultoras por aquello que producen no llegan a cubrir los costes de producción que deben asumir. Ni será el último a tenor de la tendencia que se deja ver desde hace ya demasiados años. Últimamente, ni los años de vecería del arbolado ofrecen respiro, ya que la lógica de la ley de la oferta y la demanda parece ser ajena en ocasiones a nuestro sector.

En víspera de elecciones

Es necesario que todos vean la dimensión de la problemática económica y social a la que nos enfrentamos. Es por ello que me alegra que el sector agrario sea protagonista en los medios de comunicación, aunque no sea por los motivos que me agradaría. También que concitemos el debido interés que merecemos de los responsables políticos. Quiero pensar que, en este caso, no se debe a la próxima celebración de elecciones a finales de mayo, sino al verdadero compromiso de nuestros políticos con un sector que aporta empleo y riqueza a nuestra Comunitat, del que dependen en buena medida el desarrollo rural y la vertebración de nuestro territorio. Espero no equivocarme, y que esto sea el inicio de una ola de cambio en la que todos sumemos, que permita recuperar la rentabilidad que merecen todos los agricultores que tanto han sufrido en los últimos años.

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