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Propósitos para 2019

Propósitos para 2019

Antes de plantearnos posibles propósitos para 2019, lo más adecuado es ver cuáles son los errores que hemos cometido en 2018 y hacer una autocrítica constructiva que nos permita aprender de las equivocaciones y fallos cometidos. Este año debemos empezar por cambiar lo que no nos gusta de nuestra empresa, para diseñar el futuro con garantías de éxito.

Algunos de los propósitos empresariales que nos debemos plantear son mejorar y simplificar los procesos en las diferentes áreas de la empresa (producción, administración, logística, ventas, cobros y pagos) a través de una adecuada planificación que nos permitirá aumentar nuestra productividad y eficiencia. Respecto a los clientes, cuidemos a los que actualmente tenemos, pero incrementando y mejorando la calidad de estos, e intentando captar nuevos que nos permitan diversificar y crecer. Planteémonos la diversificación a través de la internacionalización o si no fuera posible, al menos, abordemos nuevas comarcas o regiones, pero desde luego salgamos de nuestra zona geográfica de confort. En relación a nuestros trabajadores, debemos darles apoyo para que se sientan seguros y perciban que pueden realizarse en la empresa, y así contando con su implicación será más fácil el trabajo en equipo. Retener y captar talento debe ser un propósito importante si queremos conseguir unos buenos resultados empresariales. Igualmente es imprescindible tener una buena imagen en internet, con una web que nos dé a conocer y posicione nuestra marca, y una buena presencia en redes sociales.

Tras esto haremos la lista de propósitos que nos gustaría conseguir, pero siempre teniendo en cuenta que deben ser factibles, alcanzables y medibles, lo que inicialmente nos llevará a descartar por el momento algunos de ellos.

Al igual que con los propósitos empresariales, planteémonos los personales, ya que son igualmente importantes. En general los más corrientes son leer más, aprender un nuevo idioma, estar más con la familia, viajar más, estudiar algo, hacer más ejercicio, y en general rectificar nuestros defectos que bien conocemos. Pero si verdaderamente queremos progresar es necesario que nos fijemos metas a conseguir.

Para convertir nuestros propósitos en realidades empresariales debemos definir el porqué de ese propósito responde a una necesidad detectada en la empresa; incorporarlos en la estrategia y operaciones para la toma de las consecuentes decisiones; evaluar periódicamente el grado de desarrollo y los ajustes necesarios a realiza; y asegurarnos de que el personal lo asume y aplica adecuadamente.

Cuando los propósitos que nos fijamos no se cumplen, suele ser por tres motivos principales: no eran realistas, no estaban bien planteados o no nos habíamos enfocado bien hacia ellos. Pero seguro que nos han permitido avanzar en su desarrollo, lo cual también es un logro, y lo que es cierto es que tras las correspondientes correcciones, en el futuro lo conseguiremos.

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