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Hipotecas fijas o variables: ¿cuál elegir?

El BCE acaba de dejar la puerta abierta a retrasar la subida de tipos prevista para septiembre de este año. Caixabank augura un largo período de bajos intereses. ¿Qué hacer a la hora de contratar una hipoteca? ¿pedir un interés fijo o uno variable?

Hipotecas fijas o variables: ¿cuál elegir?

La ralentización de la economía de la eurozona, contaminada por turbulencias como el brexit, las malas perspectivas para Italia y las guerras proteccionistas de Trump con China y Europa, augura una demora sine die en la subida de tipos de interés prevista por el Banco Central Europeo (BCE) para este septiembre. Como ha quedado dicho, el motivo principal del retraso-tampoco la inflación (1,3 %) está en el nivel que Mario Draghi desearía (2 %)- no es nada halagüeño, sobre todo después de una crisis tan brutal como la iniciada hace apenas una década. No hay respiro. Pero sus consecuencias directas van por barrios, en especial en sus efectos sobre los contratos hipotecarios. El retraso es una buena noticia para aquellos clientes de bancos que tienen como referencia un interés variable. Que el euríbor siga en negativo es motivo de alborozo, claro. Menos satisfechos deberían estar los que tengan la hipoteca a tipo fijo. En realidad, no les afecta la variación de intereses, pero si tuvieran uno variable estarían pagando menos.

He ahí la cuestión de fondo. ¿Qué hacer si uno quiere y puede comprarse una vivienda? ¿Cómo actuar cuando el comercial del banco le plantee qué tipo de interés quiere? Dicho de otra forma, ¿fijo o variable? Tranquilidad. Vayamos por partes. Cualquier decisión está condicionada a una expectativa y esta no es otra que la subida de tipos de interés. Todo estaba previsto para que a la vuelta de este verano el BCE iniciara la retirada de su política de expansión monetaria. No iba a ser precisamente una revolución. Como recuerda el director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Joaquín Maudos, se trataba de empezar a reducir el 0,4 % que cobra a los bancos de la eurozona por su exceso de liquidez. Más adelante vendría la subida propiamente dicha de tipos, que ahora están en el cero por ciento. Sin embargo, el panorama ha mudado ostensiblemente. La desaceleración tan temida ha llegado. La Reserva Federal de Estados Unidos va a frenar la subida de tipos en la que estaba instalada en los últimos tiempos. Y el BCE va a demorar el inicio de la suya. Maudos confiesa que «ya se habla de 2020». Todo se paraliza.

Con los tipos tan bajos y el euríbor, la principal referencia hipotecaria, en terreno negativo, a las entidades financieras, en principio, no les resulta rentable contratar tipos variables porque los márgenes para el negocio son muy cortos en ese caso. Vamos, que hay poco beneficio. Mucho más rentable, sin duda, es el tipo fijo. Según los datos del portal Rankia, los mejores contratos tienen un TAE mínimo a 30 años del 2,5 %. Los variables de nueva suscripción están por debajo del 2 %. En contratos firmados hace años, los intereses que se pagan en el tramo final pueden ser ridículos. Por ejemplo, menos de un euro al mes en una hipoteca de 60.000 euros a veinte años.

En los meses previos al cambio de rumbo en las políticas del BCE, algunas de las principales entidades financieras españolas llevaron a cabo una intensa campaña pública para convencer a su clientes de la conveniencia de contratar hipotecas a tipo fijo. De hecho, Maudos recuerda que los últimos datos del Banco Central Europeo, correspondientes a noviembre, indican que el 70 % de los nuevos préstamos hipotecarios son a tipo fijo, cuando hace bien poco el 90 % era a tipo variable. En este inicio de año, ya no se oyen esas voces. Al contrario. Por ejemplo, CaixaBank auguró la semana pasada un largo período de tipos de interés muy bajos que su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, llegó a precisar en tres años. El argumento que utilizaban estos bancos para aconsejar tipos fijos era el de la expectativa de que los tipos subirían. Nada decían de Japón, donde un estancamiento casi secular ha mantenido durante tres décadas a los tipos por los suelos. Y es un fenómeno que puede repetirse en esta alicaída eurozona.

Evitar sorpresas

Sea como fuere, el portavoz de los agentes de la propiedad inmobiliaria de la Comunitat Valenciana, Vicente Díez, se muestra convencido de que a los bancos «les interesan, para ganar más dinero, los plazos fijos». Pero, ¿qué les interesa a los clientes?. Díez no tiene dudas al respecto: «Para evitar costes sorpresa y garantizarse unas cuotas asequibles, lo más conveniente y prudente es tener un plazo fijo». Este experto añade que, a corto plazo, con el variable «pagas menos y a largo plazo, no se sabe, pero es una apuesta por la seguridad». Díez desvela al respecto que, en la actualidad, el coste de una hipoteca en fijo de 500 euros al mes puede bajar en variable a 420 o 450 euros. Por tanto, «el interés fijo es estable, aunque te cuesta más caro», tal como asegura Joaquín Maudos. El también catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València añade que, en el supuesto de que la subida de tipos por parte del BCE se dilate en el tiempo resulta más rentable el interés variable. Pero con un matiz muy importante: que el diferencial se mantenga en los términos actuales. Esta figura es un porcentaje que cobran todos los bancos por encima del euríbor. En estos momentos, según los datos de Rankia, el diferencial más bajo está en torno al 0,85 %. Esta comisión es la que ha permitido que, con el euríbor en negativo -ligeramente por encima de una décima en febrero-, los clientes hayan seguido pagando intereses por su préstamo hipotecario.

Precisamente, desde Rankia concluyen, ante la pregunta de qué es mejor, que «no existe una respuesta clara ni una verdad absoluta» a la hora de decantarse por el interés fijo o el variable. Depende, sobre todo, de la personalidad del inversor: «Si quieres ahorrar en el corto/medio plazo, elegirás una hipoteca a tipo variable. Si lo que quieres es tranquilidad y pagar siempre la misma cuota por hipoteca (una cuota con la que te sientas cómodo), elegirás una hipoteca a tipo fijo».

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