Más allá de los cítricos, en plena crisis durante esta campaña por la competencia exterior y otros factores estructurales, hay cada vez más cultivos de frutas y hortalizas aprovechados por la industria agroalimentaria que con elevadas dosis de I+D+i e inversión tienen un enorme recorrido en su venta al público. Abrir y consumir. Los productos conocidos como de IV gama vienen para quedarse. A pesar de la ralentización del consumo por la crisis de la última década y de no pocas dificultades económicas en gran parte de los hogares, lo que algunos llaman una «revolución saludable» no es una tendencia, es una forma de entender la alimentación en el siglo XXI. Según un estudio de la consultora Mintel, un 39% de los nuevos productos lanzados al mercado europeo cada año son referencias de IV y V gama de frutas y verduras. En España -y en el mundo occidental en general- hay cada vez una mayor preocupación por la salud y la alimentación natural. «Los consumidores están más concienciados, buscan productos frescos, saludables y al mismo tiempo fáciles de consumir o preparar, que le ahorren tiempo», dice el director general de Anecoop, Joan Mir. Esta sociedad lo tiene claro. A través de Bouquet para llevar y su filial francesa Solagora el grupo valenciano lanza a la venta de alimentos listos para comer en toda Europa. El triunfo de estos, más allá de las cadenas de distribución y tiendas, se extiende a restaurantes y hoteles.
Otra iniciativa de éxito desarrollada por una sociedad vinculada a Anecoop es la de Agrícola Villena, que trabaja con diversas hortalizas. Es especialista en zanahoria fresca, un producto del que comercializa 41 millones de kilos anuales. Ya es líder en España. Desde 2018 ha apostado por la diversificación de nuevos productos de IV gama adaptando sus instalaciones e inversiones hacia este modelo de negocio. Según su presidente, José Navarro Maestre, «se ha apostado por valor añadido y hecho posible el cambio de hábitos del consumidor, pues ha encontrado en este segmento un aliado en su apuesta por la comida saludable». En línea con su estrategia de diversificación, destacan las bandejas de vegetales para el cocido, de las que comercializa en torno a los 10 millones de unidades al año. La mayor parte de sus ventas están destinadas al mercado doméstico, aunque también ha puesto rumbo a Alemania, Bélgica, Francia, Inglaterra y Suiza.
El rey de las ensaladas
Otro de los buques insignias de ese sector, Grupo Alimentario Citrus (GAC), vendía 500.000 bolsas de ensaladas en el año 2000. Casi dos décadas después, esa cifra se dispara hasta los 189 millones de unidades. Algo está pasando en el sector. La firma proveedora de Mercadona liderada por el empresario Joaquín Ballester Martinavarro coincide en que los alimentos frescos y listos para consumir «tienen un gran potencial de crecimiento muy grande». GAC quiere «revolucionar la alimentación saludable». Para ello, dispone de más de cien referencias, como ensaladas en bolsa o barqueta. En España son líderes de mercado en ensaladas listas para consumir y han lanzado su propia marca Sun&Vegs para llevar dicha revolución saludable a nuevos mercados y canales de distribución.
GAC adquirió la empresa alemana Thurländer en octubre de 2018. Es una firma especialista en las ensaladas listas para consumir con la que quiere crecer en el viejo continente. Y desde hace unos meses ha llevado al lineal los «listos para calentar». El envase incluye una innovadora válvula que permite la cocción de los ingredientes al vapor en el microondas. Sin duda, las empresas se aprovechan del concepto que se extiende entre la población: «No tengo tiempo para cocinar». Y otro dato concluyente: las ensaladas preparadas son los alimentos cuya compra por internet más crecieron -hasta un 60 %- en 2018, según el informe de la consultora IRI.
