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Las ferreterías plantan cara a los grandes

José Luis Beltrán y Javier Calabuig, gerente y presidente de Coinfer, el jueves en la ferretería del segundo en Cullera. vicent m. pastor

El comercio está viviendo transformaciones sustanciales. Primero fueron las grandes multinacionales y ahora las plataformas de distribución como Amazon. La competencia es feroz a todos los niveles y los pequeños establecimientos tienen que reinventarse si quieren sobrevivir en territorio selvático. En esas están las ferreterías, lanza en ristre para hacer frente a descomunales molinos. Hace poco menos de tres años, cinco cooperativas, entre ellas la valenciana Coinfer, pusieron en marcha el proyecto Óptimus, que podría calificarse como una falsa cadena de franquicias. En cualquier caso, es una cadena nacional que está situando bajo el paraguas de la citada marca a todos los socios de las cooperativas que voluntariamente lo deseen. Como explica el gerente de Coinfer, José Luis Beltrán, «las ferreterías de barrio, si no se unen, no pueden subsistir» y añade que con la nueva iniciativa «se pretende que el consumidor nos perciba como locales que ofrecen un producto homogéneo». De hecho, las tiendas comparten 2.500 referencias y tienen la posibilidad de ofrecer otros artículos que sean demandados por sus respectivas clientelas.

Beltrán explica que al cierre de 2017 ya se había integrado en Óptimus un total de 270 ferreterías españolas y un ejercicio más tarde esa cifra había subido a 353. De ellas, solo 20 son valencianas. Son muy pocas, sobre todo si tenemos en cuenta que Coinfer tiene 140 asociados. No obstante, los promotores de la nueva cadena prevén que a lo largo de 2019 otras 75 tiendas se incorporen al proyecto y entre ellas hay 15 candidatas de la Comunitat Valenciana. El gerente de la cooperativa autonómica explica que a las ferreterías autóctonas les está costando más dar el paso porque los servicios que ofrece Coinfer son «muy buenos», a diferencia de lo que sucede en el territorio de origen de otras cooperativas, como Cataluña o Andalucía, donde el 50 % de los socios se ha pasado a Óptimus. Los fundadores han creado NCC, una central de compras, presidida por el valenciano Javier Calabuig, para abaratar la adquisición de producto. Asimismo, disponen de siete almacenes de distribución en toda España y han creado Óptimus Web para las ventas por internet. Las tiendas de esta insignia realizan compras por valor de 160 millones de euros: «Las ventas no las sabemos en concreto porque venden productos que no adquieren a través de nuestra central, pero podrían llegar a los 300», asegura Beltrán, quien añade que cada tienda tiene de media 5 empleados.

Las ferreterías de proximidad, incluidas las de Óptimus, acaparan el 55 % del mercado. Del restante 45 %, 33 puntos corresponden a Grupo Adeo (Leroy Merlin, AKI, Bricomart). Las multinacionales (también Bricodepot y Bauhaus) ganan terreno y las tiendas menudas se agrupan en busca de economías de escala para competir y que no les echen del mercado.

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