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Apetito inmobiliario de los grandes despachos de abogados de València

El sector legal está en plena transformación con bufetes que quieren abarcar todos los campos y necesitan grandes espacios de oficinas para equipos multidisciplinares. La falta de edificios de calidad en València complica el alquiler de las sedes.

Apetito inmobiliario de los grandes despachos de abogados de València F. Bustamante

Los bufetes de abogados están cambiando el modelo de negocio y frente a la especialización en sectores muy concretos ahora buscan ofrecer servicios de procesal, fiscal, contencioso-administrativo, mercantil y penal. Los grandes abogados de València sostienen que el futuro está en los despachos de más de treinta profesionales, que convivirán con bufetes «boutique» muy especializados como el de Javier Boix en penal o el de Juan Martín Queralt en tributario. El problema que se están encontrando las grandes firmas es que en València no hay edificios de calidad con capacidad para estas nuevas sedes, según revela un informe de la consultora CBRE y confirman los letrados. València afronta esta revolución (que ya ha eclosionado en Madrid y Barcelona) con un sector legal atomizado, una oferta muy repartida entre despachos locales y nacionales, y una presencia puntual de las compañías internacionales como es el caso de las Big Four (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG).

Casi todos los grandes despachos están situados en el entorno de la calle Colón y la plaza del Ayuntamiento, en edificios más representativos por ubicación que por calidades, según CBRE. Los otros dos polos son el edificio Europa en la avenida de Aragón y las oficinas de la Alameda (tras el Palau de la Música). En los últimos tres años no se han producido grandes operaciones inmobiliarias sobre todo debido «a la ausencia de edificios representativos y con las calidades necesarias para alojar sedes de empresas relevantes», según destaca la consultora.

Mariano Durán, (ex decano del Colegio de Abogados de Valencia y fundador de DL Abogados) confirma las dificultades para encontrar una sede en condiciones. «Nosotros tenemos una planta entera de 600 metros cuadrados (en la calle Almirante Cadarso), pero es cierto que faltan espacios de calidad y amplios. Es una complicación porque València necesita la concentración de despachos. Los bufetes de seis o siete personas van a perder peso en los próximos cinco años. Es necesario ganar tamaño y ofrecer más especialidades para sobrevivir. Un despacho que quiere ofrecer servicios de procesal, fiscal, mercantil y contencioso necesita como mínimo a entre 25 y 30 personas. Tenemos que ganar tamaño no por el hecho de crecer por crecer sino por la necesidad de cubrir todas las áreas y para eso necesitamos mucha superficie». Durán reconoce que Madrid y Barcelona «no tienen nada que ver con València. Allí tienen grandes superficies de oficinas». También ha cambiado la distribución. «Buscamos oficinas con zonas abiertas. En nuestra sede de València tenemos la recepción, una sala de juntas, los despachos de los socios y una zona de trabajo abierta donde está la gente más joven. De esta manera podemos ganar espacio. Garrigues, Uría, Olleros (Andersen Tax & Legal) y Navarro (especialista en laboral) tienen una forma de operar parecida», señala. DL Abogados cuenta con 28 profesionales.

CBRE confirma la transformación del modelo de negocio del sector, que obliga a buscar otro tipo de oficinas. «Los despachos están llevando a cabo cambios de calado en sus estructuras internas para ganar competitividad. Están apostando por una mayor diversidad de personas, se están creando nuevas áreas y se buscan espacios que favorezcan las sinergias, la colaboración y la comunicación. Todo esto hace que asistamos a la integración de firmas medianas y a la automatización de procesos para ganar eficiencia y ahorrar tiempo. La eficiencia en cada metro cuadrado ha pasado a ser crucial», subraya la consultora. Guillermo Sánchez, responsable de A & T (asesoría y transacción) Ocupantes en Valencia de CBRE, incide en que el sector está sondeando el mercado, pero no encuentra lo que necesita. «Hay despachos que están creciendo y se plantean ganar espacio, pero se topan con el problema de que no hay edificios útiles. Es frustrante», lamenta Sánchez.

El representante de CBRE incide en que el Edificio Europa de la avenida de Aragón «es de los más representativos, pero no está en el centro. Los edificios del centro pueden cubrir las necesidades más por ubicación que por calidad porque están obsoletos». En cualquier caso, la ubicación es clave para los grandes bufetes. Los alquileres han subido en las inmediaciones de la calle Colón un 40 % desde el punto más bajo alcanzado en 2014.

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