La reactivación del mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana ha permitido a la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) desprenderse de una parte importante de su cartera en el último año, aunque todavía mantiene 23.000 inmuebles valorados en casi 2.000 millones de euros. El conocido como «banco malo» logró vender el año pasado 2.800 viviendas, 231 suelos y 210 activos terciarios (oficinas y locales comerciales). Una de las operaciones más significativas fue el traspaso de la deuda que gravaba el solar de la avenida de las Cortes Valencianas de València frente al hotel Meliá y que compró el fondo Kronos para construir un rascacielos de viviendas de 114 metros. La Comunitat Valenciana es una región estratégica para la Sareb ya que es la segunda zona de España donde mantiene más inmuebles tras Cataluña por los activos procedentes de los créditos fallidos concedidos por Bancaja y Caja de Ahorros del Mediterráneo. La entidad abrió en 2018 una delegación para tratar de agilizar las ventas, que mantiene en manos de sus cuatro comercializadoras (Altamira Asset Management, Haya Real Estate, Servihabitat y Solvia).
El mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana, según destacan desde la Sareb, sigue una tendencia alcista desde 2015 con una media de crecimiento del 13 %. En las tres provincias valencianas se traspasaron en 2018 un total de 89.164 viviendas, lo que representa en torno al 15 % de las ventas totales en España. Alicante es la provincia que más operaciones acumula con más de 44.000 viviendas traspasadas, seguida de Valencia. Por contra, Castelló continúa siendo la provincia con menor actividad inmobiliaria a pesar del enorme stock de apartamentos que se quedó sin vender tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Fuentes de la Sareb precisan que a nivel de precios la recuperación ha sido más heterogénea. Alicante y Valencia registran incrementos de precios desde hace tres años y en Castelló comienzan a recuperarse aunque «todavía no se trata de un crecimiento estable».
La Sareb tenía en la Comunitat Valenciana al acabar 2018 el 19 % de su cartera de inmuebles de toda España. Los 23.000 activos que todavía conserva en las tres provincias son todo tipo de inmuebles (viviendas, trasteros, garajes, suelos, locales comerciales, hoteles y oficinas). Fuentes de la entidad precisaron que la mitad son viviendas y garajes, el 37 % corresponden a suelos y el 13 % son de terciario. Además de esta cartera inmobiliaria, Sareb gestiona 3.900 millones de euros de deuda de promotores inmobiliarios.
Activos problemáticos
«Trabajamos para ganar dinero, pero es difícil que lo hagamos», reconoció hace unos días el presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, en un encuentro con la prensa en el que recordó que la sociedad está para «resolver su mandato de origen», que es la desinversión de activos problemáticos que adquirió a los bancos que recibieron ayudas públicas y maximizar su rentabilidad. El año pasado estuvo marcado por la revisión a la baja de las previsiones económicas, un crecimiento desigual del sector inmobiliario y una fuerte competencia ya que la banca vendió grandes carteras de activos inmobiliarios. Esta elevada competencia exige unos niveles de descuento que han llegado hasta el 70 % en algunas operaciones, algo «impensable» para la Sareb, advirtió Echegoyen. No podemos reducir la cartera «regalando activos a un tercero», insistió.
Para recortar las pérdidas, la Sareb ha reducido de forma clara las ventas de carteras de préstamos y ha optado por transformarlos en inmuebles, por ejemplo terminando de construir promociones paradas o levantando nuevas viviendas en suelo de su propiedad. En la actualidad, la entidad está desarrollando por completo ocho promociones en la Comunitat Valenciana con un total de 431 viviendas (de las que 246 están comprometidas y 71 entregadas). En la provincia de Valencia promueve tres edificios en la capital (82 pisos en la calle Río Escalona, 36 en la avenida de Alfahuir y 72 en la calle Pío Baroja) y un residencial en Torrent (52 pisos en la calle La Plana) y otro en San Antonio de Benagéber (40 viviendas). Además, construye tres promociones en Alicante, El Campello y Benidorm. En los últimos meses, el «banco malo» ha terminado 266 viviendas que recibió a medio construir en Torrevieja, Altea, Gandia, la Vila Joiosa y Dénia, y trabaja para finalizar otras 102 (94 de ellas en Vinarós). La Sareb lleva invertidos en este tipo de promociones 32,5 millones de euros. La sociedad está trabajando activamente en el desarrollo de 25 suelos que suman una edificabilidad aproximada de 400.000 metros cuadrados y conllevan una inversión de unos veinte millones de euros. Fuentes de la entidad destacan el valor del desarrollo de suelos finalistas en el Grao, el Parque Central y Malilla.
La Sareb tiene en alquiler 781 viviendas en las tres provincias valencianas y 394 inmuebles terciarios. La sociedad solo destina a la Comunitat Valenciana siete de los 4.000 pisos de alquiler social que tiene repartidos por toda España. La Conselleria de Vivienda se niega a suscribir un acuerdo como otras diez autonomías porque considera que va «contra el interés general» ya que parte de los inmuebles que ofrecía la Sareb ya tenían ocupantes sin titulo de propiedad (okupas), según el Consell. Las negociaciones se rompieron hace meses.
