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¿Hasta dónde la bajada de tipos?

¿Hasta dónde la bajada de tipos?

Si bien es cierto que la expansión económica continúa, cabe destacar también que las señales de desaceleración de la actividad son cada vez más evidentes. Uno de los datos más relevantes para tener una mejor percepción sobre la evolución real de la actividad son las encuestas a empresarios, y las últimas cifras no son positivas, con la confianza del sector industrial alertando de futuras caídas de la actividad, lo que todavía dificulta vislumbrar el suelo de la desaceleración económica.

En los mercados financieros, los niveles de cotización alcanzados por la deuda pública también descuentan ya unos elevados temores sobre la sostenibilidad del crecimiento. En Estados Unidos, el diferencial de la curva de tipos de interés (10 años vs. 3 meses) se ha invertido, lo que históricamente ha señalado que nos encontramos en la parte final del ciclo económico. Según los propios modelos de la Fed, este nivel de inversión de la curva de tipos de interés es acorde con unos mercados de renta fija asignando una probabilidad de más del 30% a que en los próximos 12 meses asistamos a una recesión económica. En respuesta a esta incertidumbre, la Fed ha girado 180 grados su discurso y esta última semana ha abierto la puerta a nuevos recortes de los tipos oficiales.

Por su parte, en el caso de la deuda denominada en euros, la fuerte caída de las expectativas de inflación apoyó también este descenso de los tipos de interés, que sitúan las rentabilidades exigidas al bono alemán a 10 años por debajo del -0,2%. Asimismo, en las últimas jornadas el BCE nos confirmó que seguirá inyectando liquidez en el sistema, pero, además, abrió la posibilidad de nuevos recortes del precio del dinero que actualmente se encuentra en el 0% y con los tipos de depósito ya en terreno negativo (-0,4%), lo que significa que los bancos comerciales tienen un coste simplemente por aparcar su liquidez en las arcas del BCE. Ante este escenario, la pregunta obligada es, ¿hasta dónde podrá llevar los tipos en terreno negativo? y también ¿serán efectivas estas medidas?

Analizando anteriores ciclos de recortes de los tipos de interés en Estados Unidos, el pasado nos ha demostrado que la renta variable solamente se comportaría mal en el caso que la bajada de tipos anticipase una recesión. Si no hay recesión, las bajadas de tipos suelen impulsar a las bolsas. Por tanto, la política monetaria es un factor de apoyo claro, pero que por el momento no justifica un cambio en nuestro posicionamiento, en el que se recomienda cautela en la exposición a la bolsa a la espera de una estabilización de la actividad o unos niveles de valoración más atractivos.

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