La startup valenciana GoKoan ha desarrollado un algoritmo para que los estudiantes planifiquen de forma inteligente sus estudios en función de su disponibilidad y progresión. La firma utiliza un sistema propio de inteligencia artificial que permite a la máquina aprender del usuario a través de las pruebas que le va haciendo y los resultados que obtiene. El método lo han diseñado un grupo de psicólogos clínicos, liderados por Clara Torrijos (cofundadora y CEO de la compañía, y especialista en psicología aplicada a las nuevas tecnologías). Los principios del método se basan en los conceptos de las curvas de aprendizaje, reaprendizaje y olvido, y el efecto del estudio espaciado. Todo esto permite que aquello que el estudiante ha aprendido quede consolidado en su memoria a largo plazo. Los usuarios indican al sistema cuánto tiempo pueden dedicar al estudio y el algoritmo fija las pautas a seguir tras haber comprobado las habilidades del usuario con los test y pruebas que va realizando. La máquina comprueba dónde falla más el usuario y qué aprende más facilmente. El sistema de aprendizaje ha sido evaluado científicamente gracias a un proyecto de colaboración con la facultad de Psicología de la Universitat de València. La validación fue dirigida por las profesoras de la Universitat María José Nácher (adscrita al departamento de Psicología Básica) y por Laura Badenes (profesora ayudante y doctora adscrita al departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento). Clara Torrijos explica que los estudiantes que utilizaron el sistema GoKoan durante la validación del sistema destacaron sobre sus compañeros (sacaron tres de la cuatro matrículas de honor de la asignatura). La compañía comenzó a prestar sus servicios en septiembre, en sus primeros meses de vida ha facturado 50.000 euros (su objetivo es cerrar el año con 150.000 euros) y acaba de completar una ronda de financiación de 128.000 euros en la que han entrado ESAT (Escuela Superior de Arte y Tecnología) y No Spoon Lab (el laboratorio de startups de Carles Pons). En la compañía trabajan doce personas, nueve de ellas mujeres. Clara Torrijos subraya que no es casualidad. «Buscamos a personas a las que les ha costado encontrar trabajo y se que han planteado hacer oposiciones porque entienden a nuestros clientes», asegura. El modelo de negocio está basado en suscripciones.