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Vacaciones: no sin mi mascota

Más de 1.200 negocios en España tienen un sello 'dog friendly'. Con 5 millones de perros censados, estas familias se han convertido en un nicho atractivo para el sector

Playa canina en Pinedo. F. Bustamante

Uno de cada cuatro hogares en España tiene un miembro canino. El perro, y el que vive con él lo sabe, es uno más, también a la hora de planificar las vacaciones. El sector turístico, en plena reinvención constante ante una competencia feroz, ha visto también una oportunidad: establecimientos, alojamientos, restaurantes han abierto sus puertas a los turistas con animales. «En la Comunitat Valenciana se da la ventaja también de la apuesta institucional. Hay ayuntamientos que se lo toman en serio y todo avance es bueno», apunta Elena Fernández, directora y cofundadora de la consultora Dog Vivant. En efecto, las autoridades valencianas están realizando gestos en esta dirección. El Ayuntamiento de València, por ejemplo, firmó hace unos meses un protocolo con la firma Purina y la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) para convertir la capital en una ciudad pet friendly, una iniciativa que incluye una web con los espacios públicos y negocios habilitados para moverse con las mascotas o las ordenanzas sobre tenencia de animales. Por otro lado, el nuevo reglamento de la empresa pública de transporte del área metropolitana de València (EMT) ya permite a los animales de pequeño tamaño subir a bordo con transportín.

Además, la Comunitat Valenciana cuenta en estos momentos con 18 playas accesibles para animales, desde Altea, Benissa, Calp, Santa Pola o la Vila Joiosa a Alcossebre y Vinarós pasando por El Puig o Gandia. La playa, en realidad, es la primera opción sólo para un 21% de las familias con animales. La mayoría, el 71% de los valencianos, prefiere los destinos rurales, huyendo del calor y la aglomeración de la costa. En buena medida se trata de turismo de proximidad, por los problemas de transporte que se encuentran los propietarios.

Con más de cinco millones de perros censados en España, este mercado ofrece una oportunidad sugerente para el sector turístico español. En la C. Valenciana, por ejemplo, cada dueño invierte 54 euros de media al mes en el cuidado de su compañero. Y no le importa pagar un suplemento en los alojamientos. En este sentido, los responsables de Dog Vivant constatan el interés de muchos alojamientos por acreditar, a través de sellos como el suyo, su condición de dog friendly. En estos momentos, su directorio incluye 1.200 negocios en España que han acreditado una política respetuosa con los animales, cumpliendo criterios como dejar dormir al perro en la habitación, aceptarlos toda la temporada y no solo para rellenar los meses de baja demanda y publicar su política respecto a los animales en cuanto a uso de zonas comunes, tarifas, etc. La empresa asiste a cadenas hoteleras y asociaciones para hacer pedagogía de buenas prácticas. Precisamente, esta semana han mantenido un encuentro con la patronal hotelera Hosbec en Benidorm.

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