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Alarma en la vivienda por el Brexit

Las inmobiliarias advierten de que la depreciación de la libra por la posible salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo lastrará las ventas a los británicos

Alarma en la vivienda por el Brexit

El sector inmobiliario ve con preocupación la posibilidad de un brexit sin acuerdo. Los británicos invirtieron el año pasado más de setecientos millones de euros en la compra de viviendas en la Comunitat Valenciana y son con diferencia el principal mercado internacional. El problema de fondo es el desplome de la libra esterlina, que ha caído un 22 % desde la aprobación del brexit y se acerca a la paridad con el euro (en junio de 2016 cotizaba a 1,45 y ahora está a 1,13). La mayor preocupación de los británicos es si van a tener cobertura de la sanidad pública española como hasta ahora y qué va a pasar con los permisos de residencia, según destacan los consultores inmobiliarios. Los grandes focos de ventas son la Vega Baja en el sur de Alicante y la Marina Alta. En las provincias de Valencia y Castelló las transacciones son residuales y los expertos creen que el impacto no será tan importante, aunque insisten en que todo puede cambiar en función de las condiciones finales de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Los británicos compraron el año pasado 5.559 viviendas en la Comunitat Valenciana a pesar de la depreciación de la libra por las turbulencias del brexit. Tras los ciudadanos del Reino Unido, los belgas adquirieron 2.643 inmuebles, los suecos 2.395, los franceses 2.386, los alemanes 1.692, los noruegos 1.233 y los rusos 1.503. La hasta ahora buena evolución de las ventas al mercado británico se explica por los precios relativamente asequibles de la Comunitat Valenciana frente a otros destinos más caros como Marbella o Mallorca; las infraestructuras y servicios de las que disfrutan; las buenas conexiones aéreas gracias a El Altet y Manises y las redes de venta en el Reino Unido que los promotores y las inmobiliarias han tejido en los últimos años. Todo este tirón está ahora en peligro.

Ramón Riera, presidente de la delegación española de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (Fiabci), está convencido de que el mercado británico va a perder peso y cuota de mercado en la Comunitat Valenciana tras el brexit. Riera explica que el Gobierno de Boris Johnson está promocionado entre sus conciudadanos la compra de viviendas en complejos turísticos en Devon y Cornwall (costa del suroeste de Gales) y en Escocia. «Otra cosa es el tiempo que hace allí durante todo el año», ironiza el experto inmobiliario. Riera insiste en que el problema de fondo es la depreciación de la libra porque está restando poder adquisitivo a los británicos. «No vamos a ver el crecimiento de ventas de los últimos años. La bajada de ventas a ciudadanos del Reino Unido se va ver compensada sobre todo con las transacciones con franceses (que hasta ahora estaban comprando en Cataluña y ahora han puesto sus ojos en la Comunitat Valenciana) y con nórdicos. En cualquier caso, la clave es ver cómo evoluciona el proceso de salida y si se cierra con acuerdo o sin acuerdo. Si hay un brexit duro se va a reflejar mucho en el comportamiento de la libra y van a perder más capacidad de compra».

El presidente de la delegación española de Fiabci cree que puede producirse un desplazamiento de las compras de los ciudadanos ingleses, galeses, escoceses y nordirlandeses hacia países del norte de África y Turquía si mantienen la estabilidad política y no hay atentados terroristas. «Les va a dar lo mismo instalarse en Europa que en Turquía porque tendrán que buscarse la vida con el visado», subraya Ramón Riera.

La Costa Blanca tiene dos áreas muy diferenciadas. La Vega Baja concentra las operaciones de los británicos con menos renta y la Marina Alta las de los que tienen un mayor poder adquisitivo. En el mercado de lujo están dispuestos a gastarse más de 700.000 euros por una villa en Xàbia, Dénia, Altea o Moraira que esté cerca de la playa y que disponga de piscina y una parcela amplia. Los compradores de vivienda en la Vega Baja (Orihuela, Torrevieja, Guardamar o Rojales) tienen un poder adquisitivo mucho más bajo. Son trabajadores que capitalizan su pensión privada y compran adosados de unos 140.000 euros de media. Después viven en España con su pensión pública, que ronda los 900 euros por cada miembro de la pareja.

Santiago Sánchez, director de las oficinas de Engel & Völkers en Orihuela y Torrevieja, afirma que en la Vega Baja el mercado británico lleva tiempo más contenido porque es especialmente sensible a la pérdida de poder adquisitivo. «La libra ha llegado a tener un cambio de 1,70 con el euro y este mes ha cotizado a 1,10. Ahora con 200.000 libras se pueden comprar una casa de 220.000 euros cuando antes podían adquirir una de más de 300.000 euros», apunta. Sánchez incide en que «el sueño de cualquier británico es jubilarse e instalarse en la Costa Blanca capitalizando la pensión privada, pero la incertidumbre ante las consecuencias finales del brexit está provocando un cierto estancamiento de la demanda». El experto en el mercado inmobiliario de la costa del sur de Alicante subraya que la mayor preocupación de los interesados es saber si van a tener cobertura médica. «Es la pregunta que más repiten. Ahora tienen derecho como ciudadanos de la Unión Europea, pero de aquí en adelante no está claro. El Gobierno español le pide la bilateralidad al británico. Si no se produce, tendrán que contratar un seguro privado». Orihuela Costa (un núcleo de urbanizaciones de playa situadas a treinta kilómetros de la ciudad oriolana) concentra la mayoría de las ventas en el sur de Alicante. «Los británicos compraron el año pasado1.089 viviendas en Orihuela Costa y 503 en Torrevieja», puntualiza el responsable de Engel & Völkers en el sur de Alicante.

La presencia de los británicos es tan importante en la costa de Alicante que en la Vega Baja pueden vivir sin hablar ni una palabra de español. «No son colonias cerradas como hace años, pero en todos los comercios y bares te atienden en inglés y en español», precisa el directivo. Santiago Sánchez está convencido de que la pérdida de ventas a los británicos se va a compensar con otras nacionalidades europeas. «Ahora se ha incrementado el interés de los alemanes (el año pasado las ventas subieron un 20 %) y rusos», asegura. El director de las oficinas de Engel & Völkers en Orihuela y Torrevieja destaca que los británicos tienen menos capacidad de compra que los ciudadanos de otras nacionalidades como los belgas. «Su precio medio de compra es de 139.133 euros, con ese dinero pueden acceder a un adosado», precisa.

Juan Luis Herrero, director en València de la inmobiliaria especializada en el mercado de lujo Lucas Fox, reconoce que hay mucha incertidumbre por lo que es complicado hacer un pronóstico sobre el impacto real del brexit. Herrero está convencido de que en València no va a suponer una reducción de las ventas porque los compradores de Reino Unido que se instalan en la capital y en las urbanizaciones de la periferia tienen un alto poder adquisitivo.

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