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El principio del fin del ladrillo

Colocación de los módulos prefabriados de una vivienda de Aedas Homes.

El sector inmobiliario está ante una revolución: la construcción de viviendas en serie en fábricas. La tendencia arrancó en España hace unos años con pequeñas empresas que producían en talleres viviendas unifamiliares por módulos y ya se ha extendido a grandes promotoras que trabajan para construir con este sistema edificios enteros. En Estados Unidos llevan años construyendo de forma industrializada. La cadena Marriot promueve en el barrio de Chelsea de Nueva York un hotel de 26 pisos que se está construyendo por módulos en Polonia para abaratar costes. Los fabricantes aseguran que gracias a la construcción industrializada se rebajan los plazos de entrega y mejora la calidad de los pisos al estar todo el proceso controlado en la fábrica. Aedas Homes, una de las cuatro grandes promotoras de España, ya trabaja para levantar en Madrid el primer edificio construido con módulos. La inmobiliaria ha cerrado acuerdos con tres fábricas para que le construyan las viviendas y ha firmado un contrato con la empresa valenciana Spans para que le suministre en exclusiva fachadas prefabricadas que solo se tienen que colocar en el edificio (un sistema que elimina el andamiaje y reduce la posibilidad de sufrir un accidente).

En España hay quince empresas que fabrican casas por módulos y tres de ellas son de la Comunitat Valenciana. Sergio Navarro, cofundador de Casas inHaus (que tiene la fábrica en Almussafes), explica que la industrialización no había eclosionado antes porque la tecnología no estaba suficientemente desarrollada. «Para trasladar y montar los módulos son necesarios camiones especiales y grúas altas que no existían hace diez años. También han cambiado los materiales. El cambio más evidente es el pladur. Hace quince años las paredes eran de ladrillo. Nosotros no utilizamos ladrillos en los módulos. Aedas y otras grandes promotoras van a ir por este camino», apunta. Navarro, que fundó la empresa hace 8 años con su hermano Rubén, añade que una de las claves del cambio es la falta de cuadrillas de obreros para trabajar en la construcción por la destrucción del empleo durante la crisis. «Nosotros trabajamos en la fábrica con personal cualificado. No son obreros que van arriba y abajo con ladrillos y una paleta. Nuestro trabajo es industrial. Eso es bueno para el trabajador porque mejora sus condiciones laborales. En la fábrica tenemos dos turnos de seis de la mañana a diez de la noche, aunque podríamos cubrir las veinticuatro horas del día. En la obra acaban a las cinco y media de la tarde. Además, la seguridad laboral no tiene nada que ver. En la fábrica nadie se sube a nueve metros de altura», subraya. Causas inHAUS, que tiene 84 trabajadores, entregó el año pasado 36 viviendas y facturó seis millones (este año confía en doblar su facturación).

Aedas Homes ha sido la primera gran promotora española que ha apostado por construir con este sistema. La empresa trabaja con tres fábricas (situadas en Seseña, Valdemoro y Toledo) que producen viviendas industrializadas integrales. Además, ha cerrado un acuerdo con una empresa de baños industrializados de Almería (Hydrodiseño) que le va a suministrar 5.000 cuartos de baños construidos en módulos y con la valenciana Spans para las fachadas industrializadas, según precisa el director de construcción de Aedas Homes, Luis García Malo de Molina. La compañía va a colocar en València los primeros elementos prefabricados en la tercera fase de la promoción de 200 viviendas que construye en el solar donde plantaba la falla Nou Campanar y en dos promociones (Torres y Bolzano) que va a levantar en Quatre Carreres.

Los promotores aseguran que el precio de la construcción está creciendo un 15 % al año por la falta de mano de obra. Una gran ventaja que consiguen los promotores con la industrialización de la construcción es que controlan el coste final del proceso y no se ven sometidos a incrementos al acortar los plazos de entrega. Las grandes compañías pueden con este sistema garantizar la entrega de las viviendas en un plazo de 9 a 12 meses frente a los dos años de media en las obras tradicionales. Sergio Navarro asegura que la mano de obra en el proceso industrial es mucho más productiva. «Un operario coloca de media un 30 % más de baldosas en el mismo tiempo por el trabajo en serie», precisa el cofundador de inHaus. La empresa valenciana trabaja con módulos de diecisiete metros de largo por cinco metros de ancho.

Costes

Ángel Fernández, gerente de industrialización de Aedas Homes, asegura que los costes de producción de la fabricación industrializada son similares a los de la obra tradicional. «Con el tiempo, e impulsando un mayor número de unidades, esperamos obtener economías de escala y poder ofrecer viviendas a precios más asequibles», apunta. El gerente de industrialización subraya que los grandes beneficios de la construcción en fábricas son: entregas más rápidas; mejor calidad de ejecución «gracias a una alta precisión y a un trabajo de ingeniería en la cadena de montaje que reduce los posibles errores al mínimo»; menor impacto ambiental ya que «se utilizan materiales reciclables y se puede controlar las emisiones al estar en un entorno cerrado»; mayor profesionalización de los procesos y los oficios; y mejores condiciones laborales porque en la fábrica se pueden organizar turnos de trabajo.

El gerente de industrialización de Aedas no cree que la producción industrial de viviendas vaya a sustituir a la construcción tradicional por completo, pero sí cree que poco a poco va a ir ganando terreno y será una alternativa real. «Vamos a asistir también a un proceso de industrialización de la obra tradicional en elementos concretos como pueden ser los baños o las fachadas que a van a fabricarse fuera de la obra para después integrarlos. Así, se reducen costes y se mejora la calidad de ejecución», subraya Ángel Fernández. Los pequeños promotores valencianos también están interesados en implantar estas nuevas técnicas de construcción. La semana pasada, la Asociación de Empresas Promotoras de Valencia (Aprova), organizó una jornada para analizar la industrialización del sector. De momento, este nuevo sistema de construcción en las grandes promociones no tiene repercusión en el precio final de venta al consumidor.

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