La empresa valenciana JaponShop ofrece más de 3.000 referencias de productos alimentarios que triunfan en el país del sol naciente como Coca Cola Zero de Melocotón o chocolatinas Kit Kat de sabor a fresa. Son productos exóticos que están arrasando entre los más jóvenes. La idea de montar una empresa de importación de este tipo de alimentos exóticos se le ocurrió a Raúl Carda mucho antes de que Japón se pusiera de moda en España (actualmente es el segundo destino favorito de los españoles para irse de vacaciones tras Nueva York) y se multiplicaran los restaurantes de ramen (la sopa de fideos japoneses). Carda se fue de viaje a Japón hace diez años y allí tuvo la idea. «Fue al inicio de la crisis. Me despidieron de la empresa en la que estaba trabajando durante el viaje. A mí me gustaba mucho la comida japonesa y allí me planteé que podía ofrecer un producto muy diferenciado», asegura. Raúl Carda fundó la empresa con Gabriel González (los dos son de Vila-real) y poco a poco fueron abriéndose un hueco en un mercado en el que al principio apenas tenían competencia. «Yo ya vine con la idea muy clara de Japón. Era consumidor de productos japoneses y las empresas que había no te sabían informar bien de lo que ofrecían. Me di cuenta de que ahí podía marcar la diferencia. Lo hice importando productos que más que alimentación ofrecen una experiencia. Muchos son 'alimentos juguete'». Esta vertiente lúdica de los productos ha provocado que infinidad de youtubers muestren en pantalla su experiencia probando los productos de Japonshop y ha dado a la empresa una gran difusión entre los más jóvenes. Uno de estos vídeos acumula 4,3 millones de visitas.

Cuando uno aterriza en Tokio en seguida se da cuenta de que el plato más consumido por los japoneses es el ramen (una sopa con noodles y carne que cuesta menos de cinco euros y que los tokiotas sorben en segundos). El producto más vendido de JaponShop es el ramen. La tienda electrónica de la empresa valenciana ofrece 69 variedades diferentes de la sopa japonesa. La segunda categoría más demandada por los clientes de la firma de importación es la de los dulces. La compañía ofrece todo tipo de golosinas y chocolatinas como chocolate Milka recubierto de galletas Oreo, mini Kit Kat de arándanos rojos y almendras o galletas rellenas de matcha (un te verde en polvo muy consumido en Japón), boniato y dorayaki (bizcochos con una pasta de judías dulces).

JaponShop tiene en Castelló y Vila-real un sistema de autoservicio que permanece abierto las 24 horas al día a través de máquinas expendedoras. «Esto también está muy ligado con Japón. Allí está lleno de este tipo de máquinas. Nuestras máquinas son muy icónicas ya que están situadas en rincones tematizados para potenciar la experiencia», afirma Raúl Carda. Con la tienda electrónica y las máquinas de autoservicio en la provincia de Castelló la empresa facturó el año pasado cerca de un millón de euros. La compañía acaba de entrar en Lanzadera (la aceleradora del presidente de Mercadona, Juan Roig) y se ha marcado como objetivo abrir su primera tienda física. «Entramos en Lanzadera hace un mes y medio y nos están ayudando mucho a pulir el modelo de negocio. Vamos a dar el salto a las tiendas en la calle y queremos que nuestra primera apertura sea en València», subraya Carda. Muchas empresas emergentes que comenzaron con comercios electrónicos están abriendo tiendas físicas. El ejemplo más evidente es el de la ilicitana Hawkers (que comercializa gafas de sol). JaponShop confía en seguir la senda de éxito de otras startups impulsadas por Lanzadera vinculadas a la cultura japonesa como la firma de comida para llevar Kento que se ha hecho un hueco en pocos meses en València con sus tiendas físicas (ya tiene cuatro y prepara la apertura de la quinta).