La empresa valenciana Mi Primer Spa Wellness Familiar ayuda a los bebés a mejorar su psicomotricidad en el agua y a aprender a flotar con la ayuda de un flotador especial y una bañera transparente. El emprendedor Jesús López Tarín importó en 2018 la idea de Estados Unidos y ya tiene dos locales abiertos en València y Barcelona. López Tarín lleva toda la vida vinculado al deporte y le preocupaba el hecho de que los bebés no puedan ir a natación hasta los 9 meses porque estaban perdiendo una oportunidad para aprender a flotar de manera natural. El fundador de Mi Primer Spa diseñó un flotador especial que permite a los bebés mantenerse en el agua con la barbilla pegada y sin que sea necesario cogerlos en brazos. «Esto nos facilita mejorar su motricidad. Con este sistema los bebés aprenden antes a gatear y a nadar», precisa el emprendedor. La empresa arrancó en 2018, tiene siete trabajadores y el año pasado facturó 60.000 euros. «Este año vamos a doblar la facturación. En marzo abrimos en Barcelona y queremos crecer el año que viene, aunque todavía no sabemos si hacerlo a través de franquicias o con locales propios», apuntó el fundador de la compañía que está siendo acelerada en Lanzadera. Las sesiones de spa duran una hora, cuestan 40 euros (es más barato si el cliente se saca un bono) y el bebé siempre permanece controlado por uno de los padres y un trabajador de la empresa. «No hay riesgo porque el flotador está diseñado para que el agua no llegue a la cabeza del bebé», subraya Jesús López. Las bañeras tienen un sistema de desinfección por ozono para evitar el uso de productos químicos. Este sistema permite que los bebés las puedan utilizar desde que tienen 15 días. «Este tipo de baños es muy beneficioso hasta que los bebés cumplen un año. Aquí les enseñamos la patada de crol y después aprenden más rápido a nadar», subraya el emprendedor.