Hemos sobrevivido a las navidades, a fin de año, a reyes y a las rebajas de enero. Pero en enero los contadores se ponen a cero y, con ello, empieza una carrera cortoplacista en la comparativa de resultados, tan tendenciosa como peligrosa. Enero es un mes neuro-complicado en este sector.
Nuevo año
Empezar el año con la cartera en negativo invita a la intranquilidad, provoca desconfianza y genera dudas respecto a si hemos tomado ciertas decisiones de inversión excesivamente arriesgadas. Además, vuelven cíclicamente los titulares que llaman a la desazón: desde la «improbable aunque posible recesión de la economía global» a un nuevo «fin de ciclo», pasando por «la bolsa está en máximos históricos» y demás llamamientos que no consiguen más que inquietarnos y perturbarnos el sueño durante las noches.
Lección
Seguimos sin tener aprendida la lección del largo plazo, sin dejar que las decisiones de inversión de los equipos de gestores sigan su senda, que las empresas sigan ejecutando sus proyectos y dándoles tiempo para que maduren entre su público y ofrezcan un resultado positivo para así aumentar su valor. El mundo de la inversión no es cuestión de pelotazos, sino de perseverar en las convicciones, siempre con humildad y paciencia.
Resfriados
Los resfriados en los mercados bursátiles son normales. Las llamamos correcciones o, simplemente, volatilidad. Por norma general, ante estos episodios, se recomienda reposo y buena hidratación. No lo dude, automedicarse puede empeorar la situación. Visite a su doctor, es decir su gestor patrimonial, será quien le guíe por el buen camino para que su salud financiera esté acomodada en los valores y carteras que mas se adecuen a su perfil.
Dispondrá de una fuente fehaciente, sin fisuras tendenciosas ni contrapuntos populistas. Su salud se basa en la confianza, en la relación estrecha y continuada con su especialista.
