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Una carrera de obstáculos para alquilar un piso en València

La mitad de las personas que acude a una inmobiliaria a arrendar un piso no lo consigue por el precio y los requisitos que imponen los propietarios por su posición de fuerza

Una carrera de obstáculos para alquilar un piso en València

El alquiler de una vivienda se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos para miles de personas por la descompensación entre la oferta y la demanda. La mitad de las personas que entra en una inmobiliaria con la intención de alquilar una vivienda fracasa en el intento porque no pueden afrontar con solvencia los precios de las rentas (que en ciudades como València rondan los ochocientos euros al mes) ni los requisitos que imponen los propietarios (contratación de un seguro, presentación de un aval y un contrato de trabajo con una nómina elevada, y un mes de fianza). Los profesionales del sector aseguran que la ley de arrendamientos aprobada el año pasado no hay solucionado el problema. Algunos propietarios se niegan a alquilar si descubren que los inquilinos tienen animales e incluso niños pequeños (aunque no es legal establecer este veto) para evitar daños en la vivienda y molestias al resto de vecinos. La situación es incluso más complicada para los extranjeros ya que deben tener todos sus papeles en regla y demostrar que tiene solvencia económica para hacer frente a los gastos del alquiler.

Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana, (Asicval), incide en que la falta de oferta en el mercado ha complicado demasiado el acceso a la vivienda. «El principal problema son los precios del alquiler ya que las familias no los pueden pagar. La mitad se queda fuera porque tiene una nómina baja o porque carece de un contrato estable. El 40 % de los propietarios está firmando seguros de renta del alquiler y las aseguradoras examinan la solvencia de los inquilinos. Tres de cada diez aspirantes no logran superar los requisitos que imponen las aseguradoras», advierte Nora García.

Las inmobiliarias aseguran que para alquilar hay que armarse de paciencia. Para buscar una vivienda se debe estar mentalizado de que es un proceso que lleva tiempo (aproximadamente entre dos meses y medio y cuatro meses). «Es un proceso lento para los inquilinos porque no hay viviendas disponibles a un precio asequible. Hemos llegado a presentar a un mismo propietario a cuatro o cinco candidatos para que elija al que prefiera», apunta Nora García.

Juan Mafé, CEO de Ruzafa Real Estate, incide en que muchos propietarios tienen miedo a alquilar su vivienda tras una mala experiencia y hacen exámenes exhaustivos de solvencia y comprueban si están en alguna lista de morosos por algún impago. «Hay que tener en cuenta que la principal barrera es el precio. Si la vivienda en alquiler cuesta mil euros la nómina tiene que ser como mínimo del doble», subraya Mafé. Una vez que se ha conseguido el inmueble también hay que tener cuidado con la letra pequeña de los contratos ya que hay que dejar claro desde el principio quién se hará cargo de los gastos fijos y si se debe hacer traspaso de la titularidad de los servicios de agua y luz.

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