La empresa tecnológica valenciana eKuore ha doblado las ventas de su estetoscopio electrónico e inalámbrico. El dispositivo ha despertado el interés de los hospitales porque reduce el riesgo de contagio de la covid-19. El mayor problema con el que se encuentran los sanitarios al hacer una auscultación con el estetoscopio tradicional es que la distancia con el paciente es mínima y colocárselo con el traje de protección tiene su dificultad. El dispositivo de eKuore se conecta a través de una aplicación a los teléfonos móviles de los médicos, que pueden realizar la auscultación a distancia. Rubén López, CEO de eKuore, explica que fundó en València la empresa en 2013 con un grupo de compañeros de la facultad de Ingeniería tras entrar en la primera edición de Lanzadera. La compañía, que ha fijado su sede en Burjassot, tiene actualmente 16 trabajadores, facturó el año pasado 700.000 euros y acaba de captar 600.000 euros. El dinero completa una ronda de financiación de 1,5 millones de euros.
eKuore ha donado ocho dispositivos al Hospital Clínico de València, cinco al Hospital General y cinco al IMED. «Es nuestra forma de apoyar al sistema sanitario», subraya López. El fundador de la compañía reconoce que la crisis ha impulsado las ventas de la firma. «Hemos tenido una demanda tremenda hasta doblar la facturación. Estamos orgullosos porque demuestra que nuestro trabajo es útil», apunta Rubén López. Los dispositivos de eKuore cuestan 400 euros y el 95 % de las ventas se concentra en el extranjero. «Vendemos en cuarenta países, aunque sobre todo en Reino Unido, Francia y México», aclara el responsable de la compañía tecnológica valenciana.
eKuore trabaja actualmente junto a la multinacional farmacéutica Boehringer Ingelheim en el desarrollo de un sistema de detección precoz de la Fibrosis Pulmonar Idiopática (IPF) y junto al Instituto de Investigación Sanitaria La Fe en el reconocimiento de soplos cardiacos.
