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La nueva realidad tras el metacrilato

La demanda de pantallas anticontagio se ha disparado en España. Los pedidos de cadenas como Mercadona han impulsado el negocio de Mapubli y de otras empresas del sector

José Monteagudo, director general de Mapubli, en la línea de montaje de pantallas de metacrilato de la empresa. G. CABALLERO

La vida detrás de la pantalla de metacrilato. Así transcurre la «nueva normalidad» para miles de trabajadores expuestos al contacto con clientes. Todo parece indicar que el mundo de la era poscovid estará compartimentado, repleto de biombos y mamparas en supermercados y comercios de todo tipo, en taxis y autobuses; tal vez incluso en bares y restaurantes. No existen métodos infalibles para combatir la temible covid-19 en los centros de trabajo. Pero algo hay que hacer. Las crisis obligan a las empresas a tomar medidas para proteger a sus trabajadores y evitar que se contagien. Lo sabe bien José Monteagud0, director general de Mapubli, quien ha reaccionado con rapidez a la demanda de mercado y se lanza ahora al montaje de mamparas en establecimientos de España y Portugal para diversificar el negocio principal de impresiones digitales.

Mapubli es una joven empresa familiar, constituida en 2003, puesta en marcha por este ingeniero agrónomo y MBA, con experiencia profesional en el ámbito alimentario y en consultoría de mejora de procesos industriales -siempre con la maleta preparada para viajes de trabajo- quien no tuvo reparos en dejarse aconsejar por un hermano, diseñador gráfico. Alejandro y su padre, con dilatada experiencia en el negocio de las artes gráficas, colaboraron en el arranque de Mapubli. Desde entonces lidera una compañía que ya emplea a 115 trabajadores y alcanza los 12 millones de euros de facturación. Y va a más.

«La demanda de pantallas anticontagio se ha disparado en toda España y había que estar apunto para servir a los clientes del sector de la distribución comercial», explica el propietario de Mapubli tras recordar la llamada que recibió de Mercadona pocos días después de estallar el estado de alarma. Dicho y hecho. En poco tiempo sirvió miles de mamparas a la cadena de supermercados presidida por Juan Roig para instalarlas en tiendas de la Comunitat Valenciana, Andalucía y Cataluña, entre otros territorios. La demanda de estos artilugios transparentes de metacrilato se ha disparado en todo el mundo. Y claro, el precio de la materia prima ya es un 10 % superior al de principios de año.

Los espacios completamente abiertos no eran los más idóneos para garantizar el bienestar y seguridad sanitaria del personal que atiende las cajas del ‘súper’. Aumenta el riesgo de contagios y hay que adaptarse a las nuevas reglas. La crisis económica derivada del coronavirus ha agudizado el ingenio de Mapubli ya que tampoco se le resisten clientes de grandes empresas del negocio de la distribución comercial o la industria como Sprinter, Panama Jack o Norauto, entre otras. Cuenta Monteagudo que suministra a grandes cadenas de supermercados y alimentación aunque también a franquicias y tiendas de conveniencia. Su equipo de especialistas en comunicación en el punto de venta da vida y atrae las miradas de clientes potenciales en cualquier establecimiento o punto de venta retail, tiendas de alimentación, de moda o en los corners, ubicados en centros comerciales.

Proceso de expansión

Partiendo de un pequeño taller en el centro de València y tras pasar por una nave en Náquera desde 2016 Mapubli sigue instalada en la actualidad en el polígono Fuente del Jarro, de Paterna, donde tiene su cuartel general. «El coronavirus condiciona el plan de empresa», si bien este año prevé mantener cifras de negocio para crecer más en facturación durante 2021. Entonces quiere iniciar sus primeras exportaciones en Francia.

El principal ejecutivo de la empresa valenciana piensa que el coronavirus define una oportunidad «histórica» para seguir «reinventándose» y acometer nuevos planes empresariales tanto en el mercado doméstico como en el exterior. Mapubli no tuvo problemas para superar la crisis financiera de 2008 derivada del estallido de la burbuja inmobiliaria y que azotó de lleno a gran parte del tejido productivo de España . Entonces, sus clientes estaban en otros negocios, sobre todo en el sector del comercio y la distribución. Ya tenía realizadas sus principales inversiones. En la actualidad cuenta con la impresora 3D para fabricar estructuras. «Es la más grande que hay en el mercado de España y tiene patente de tecnología israelí: la mejor del mercado», cuenta con orgullo Monteagudo. Mas allá de las pantallas de metacrilato -los escudos de los empleados del comercio del siglo XXI en esta economía de guerra- Mapubli también realiza impresiones de imágenes y textos en superficies de madera, aluminio, lonas, cartones… «Queremos proteger a las cajeras de Mercadona o de Sprinter y somos conscientes que es un mercado en alza porque las mejoras en materia de seguridad y salud laboral han venido para quedarse», explica el directivo rodeado de materiales en su colorida factoría de diseño y fabricación. Allí trabajan expertos en creatividad y elementos de comunicación visual, diseño gráfico, impresión digital, impresión textil, grandes rótulos, encuadernación y en cabinas de pintura. «Hemos hecho ‘pinitos’ para fabricar mascarillas pero realmente resulta muy complejo el proceso de certificación y homologación. Sobre todo es difícil competir con los precios de estos elementos de protección que vienen de China», comenta el director general de Mapubli. Sea como fuere, sí se ha lanzado, dada su experiencia en impresoras 3D, a la producción de máscaras faciales de metacrilato que usan médicos y personal sanitario del sector público y privado. «Hemos hecho ya miles», agrega Monteagudo.

¿Es necesario que España continúe en estado de alarma? Como otros empresarios, el dirigente de Mapubli piensa que sería mejor que el Gobierno escuche a comunidades autónomas y ayuntamientos a la hora de tomar decisiones sobre las fases de desescalada. Eso sí, tiene claro que el distanciamiento social y las medidas de protección implantadas durante las últimas semanas como la utilización de guantes, mascarillas o geles desinfectantes se convertirán en ‘compañeros’ habituales en todas partes. Mapubli no conoce límites. También fabrica puestos de desinfección para tiendas y empresas. «La era poscovid requiere ofrecer cosas diferentes y originales», concluye su director general.

El caso de la empresa de Monteagudo no es el único. La demanda de metacrilato ha disparado el negocio de otras compañías de la Comunitat Valenciana más pequeñas, como Rotulatumismo (acelerada en Lanzadera, la incubadora de Juan Roig) o Grupo Zona Industria, en Castelló. Del boom del metacrilato también viven empresas de Madrid (Irpen), Canarias (Garmont Metacrilato) o Andalucía (Plásticos y Claraboyas Matilla), entre otros muchos.

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