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La crisis hunde el reparto de dividendos

Las empresas han pagado a sus accionistas un 70 % menos que en 2019. La banca puede extender hasta final de año las restricciones Una tradición adherida al 4% de rentabilidad

La Bolsa de Madrid, en una imagen de archivo. REUTERS/ Juan Medina

Las consecuencias económicas de la crisis sanitaria tienen diferentes aristas y hay una que implica directamente a los inversores en la bolsa española. Ya no solo por la caída de las cotizaciones que ha generado el bloqueo económico durante el estado de alarma. La decisión de muchas compañías de suspender el pago de dividendos a sus accionistas mientras no haya claridad sobre el efecto de la crisis ha supuesto un importante revés para los inversores, que han visto como las retribuciones han caído cerca del 70 % en el primer semestre de este año, según los datos del servicio de estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME), la sociedad que gestiona las bolsas en España. En el primer trimestre del 2019, se pagaron dividendos por valor de 18.988 millones y en el mismo periodo de este año se han pagado 5.868 millones.

«Grandes empresas han decidido suspender la retribución a los accionistas durante este año. O han anulado uno que estaba previsto o han cambiado sus políticas de distribución por un mecanismo de prudencia», explica Javier Garrido, director de área de análisis de BME. Empezaron los bancos, que se vieron obligados a incrementar la prudencia a instancias de los reguladores. Tal como se ve en la actividad económica no parece un buen momento para mantener la retribución. El reparto de dividendos no es demasiado aconsejable. Es preferible reservar dinero y mantener la estructura del balance más o menos fortalecida o, al menos, no empeorarla, después de muchos años en los que las compañías se han desendeudado y han encontrado una posición de solvencia adecuada. Ese es el razonamiento que se hacen muchas compañías, explica Garrido.

El sector bancario ha sido el más expeditivo a la hora de suspender el reparto de beneficios. El Banco Central Europeo realizó en marzo la recomendación a las entidades supervisadas de que suspendieran el dividendo, la recompra de acciones y que controlaran, asimismo, el pago de los bonos a los directivos del sector, al menos hasta el 1 de octubre de este año. Esa es una práctica que se ha trasladado a las compañías de seguros «que han cortado y pegado las disposiciones adoptadas por la banca», afirman fuentes financieras. Añaden que la cosa no se quedará ahí, ya que los bancos esperan que en breve el BCE extienda la recomendación de suspender el dividendo a todo el 2020. «En Europa se escapaban algunos bancos, sobre todos los franceses, que suelen pagar dividendos a partir de octubre, con lo que ampliarán plazo para evitarlo», destaca un ejecutivo del sector bancario.

Decisiones

«No hay decisión perfecta en política económica. Cada una de ellas tiene pros y contras», comentó esta semana el vicepresidente del BCE, el español Luis de Guindos. En este caso, la decisión se adoptó «para intentar mantener el mayor capital en los bancos» y que estos pudieran hacer una mayor contribución para la financiación de la economía. «Somos conscientes del sacrificio» que ello supone para estas entidades, y de que está teniendo «un impacto sobre su valoración». Pero «es una medida transitoria y extraordinaria sobre la que creemos que las ventajas superan a los inconvenientes», comentó.

A medio plazo

La recomendación del BCE se produjo el 29 de marzo, con lo que hubo bancos que pagaron dividendos antes de esa fecha; Sabadell, Bankia, Bankinter y BBVA desembolsaron pagos a cuenta, pero el grifo se cerró ahí. Es más, en el mercado se considera que esta restrictiva política puede mantenerse a medio plazo. «Las restricciones se van a alargar hasta el año que viene. Los ciclos de dividendos para un año se consideran cortos», afirma Garrido. «Todavía estamos empezando la primera digestión y yo creo que durante un mínimo de dos años se van a mantener estas medidas de prudencia, porque no habrá capacidad para prever, salvo en el caso de las empresas anticíclicas, los efectos», agrega. Precisamente, la empresas menos afectadas por el ciclo son las únicas cotizadas que siguen repartiendo beneficios. «El movimiento ha sido claro en el sentido de que se prioriza mantener una solvencia y liquidez adecuada. No tiene sentido exponerte a salida de caja por el pago de dividendo cuando no tienes visibilidad sobre cual va a ser el impacto final del covid-19», comenta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta4.

¿Cuáles se han permitido el lujo de mantener el dividendo? Las que tiene visibilidad de cash-flow. Las eléctricas, compañías de servicios y farmacéuticas. Algunas sociedad de bolsa tienen carteras de inversión basada en empresas que mantienen la retribución. En el caso de Renta4 está compuesta por Almirall, Enagas, Grifols, Iberdrola, Red Eléctrica Española y Telefónica. Esas sociedades cotizadas no han renunciado a pagar: «Los accionistas esperan esos dividendos para ajustar sus programas de inversión», dice Garrido.

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