Las vanguardias históricas del arte „acontecidas durante la 1° mitad del siglo pasado„ constituyeron en origen una explosión asimilable al de una burbuja sometida a una presión externa abisal resultado de un previo insuflamiento antinatural a su condición; es decir, comparable a las burbujas hoy nefastamente conocidas (la inmobiliaria, la financiera, la política).
Hasta entonces, la producción artística se ceñía a los cánones estrictos y cerriles de la academia cuya endogámica idea del cambio como continuidad del pasado se asemeja al desinteresado pulsar de teclas de un resignado funcionario sepultada su vocación por los indicadores de productividad. Pero he aquí que de la inercia mil veces reiterada como absoluto surge el movimiento como reacción, punto de inflexión o cambio de paradigma ante la amenaza de un pasado que se anuncia fatal e inamovible y desde el mismo seno de las enseñanzas institucionalizadas surge la respuesta en forma de hipótesis, especulación o envite lúdico.
¿Quién inició la aventura? Para los que aman el arte poco importa. Pudieron ser los experimentos geometristas o constructivistas rusos, aquellos que se inspiraron en la reflexión científica sobre el equilibrio y el vacío para investigar en la perspectiva, los que encontraron en la provocación ideológica un filón elevando lo cotidiano a categoría en la forma del ready made, los que rescataron de la crónica de antiguos explotadores de desconocidas culturas el poder para asociar materiales vírgenes, los que en la impresión del instante hallaron claves para su pulsión íntima. Como fuere, las puertas que otrora ofrecían una rendija, un atisbo de posibles, de pronto quedaron abiertas cual los umbrales de un tempo profanado por un pueblo ávido de secretos, en su caso, de luz, épica y locura expandida: lo significativo de ello es que aquellas vanguardias de desatada libertad expresiva darían origen a nuestro arte contemporáneo a su vez acotado por las directrices de la especulación capitalista aideológia.
De aquellas ideas rupturistas, de su vocación de un nuevo futuro sin cortapisas, se alimentó el IVAM desde su concepción y ello, concretado en sus fondos le otorgó la credibilidad que le posicionaría en el ranking europeo; credibilidad que tras ser opacada pretende recuperar su actual gestión y que mejor forma de hacerlo que vindicando su colección „como muestra semipermanente„ bajo nuevos criterios de montaje, como quien se despoja de disfraces circunstanciales para asumir el reto de volver a ser sí mismo.
Mil piezas, como mil sueños cuyas ramificaciones trascienden mentes y espíritus probables conforman una vasta exposición cuya descripción sólo es factible como mero ejercicio retórico ya que amén de las convivencias de género inevitables se exime de espectacularidades individuales para dirigirse al seno íntimo del espectador a fin de que éste se construya propios «nuevos mundos» exento de rutas lineales. Así, en el diseño de su montaje „si bien identificable en tanto apartados estilísticos„ se recurre a las más aleatorias estrategias del ajedrez en cuanto a saltos cualitativos (las inflexiones del caballo, las extensas duplicidades del alfil y la torre, la siempre sorpresiva capacidad del enroque).
Conviven en esta muestra „que sí parece privilegiar las formas básicas y los modos de operar proclives a la síntesis„ la transgresión de raíz ideológica del Dada, el delirio sin complejos del automatismo surrealista, la exploración psicoanalítica de la cultura popular en la forma del collage, el fotomontaje de la propaganda política de entreguerras, la crónica de la irrupción técnica y la velocidad en la vida, la exploración teórica de las mecánicas del espacio, las aportaciones de la Bauhaus en pro de un Estilo Universal y el desarrollo higienista en la arquitectura y el diseño; Duchamp, Picabia y Man Ray, Renau, Jean Arp, Artur Calder, Torres-García y Julio González, Joan Miró, George Grotz y Hearthfield, Raoul Hausmann y Kurt Schwitters. Como en una extensa familia todos son singulares pero se remiten al mismo tronco: el del impredecible deseo de la libertad aquí expresado como un ejercicio interesado en los juegos de la percepción individual más que en una interpretación general.
construyendo otros mundos
Las vanguardias históricas en la colección del IVAM (1914-1945). Variadas técnicas
IVAM, Guillem de Castro 118. Valencia.
Hasta el 10 de abril de 2016.
